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miércoles 26 de diciembre 2018El último domingo de Adviento“Hoy encenderemos la tercera vela en la Corona de Adviento”, dijo mamá y la niña lo hizo. Papá, la abuela y el abuelo estaban allí. “Abuelito, cuéntame un cuento de Navidad que tenga que ver con María, José y una perro llamada Rex como el que tú tenías”. El abuelo empezó: «María y José iban hacia Belén. Ella, montada en un burro, y él a pie comiendo un pan. En el camino vieron a un perro flaco. José le lanzó un pedazo de pan y el perro —que se llamaba Rex—, agradecido, los siguió. Como los perros entienden todo, Rex comprendió que esa parejita era especial y que la mujer estaba a punto de tener un bebé. ¡Debían encontrar un lugar donde hospedarse! ¡Y no era fácil! Si lo sabría él que vivía en un pesebre. “¡Claro!”, pensó Rex. ¡Los llevaría hacia allá! Entonces, se puso a ladrar delante de ellos. “Mira, José. Parece que desea guiarnos. ”, dijo María. José asintió y así fue como llegaron al pesebre donde nació el Niño Jesús». La niña preguntó si Rex estaría en el cielo de los perros. LaVer Más
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martes 18 de diciembre 2018El cuarto domingo de AdvientoMamá, papá y los abuelos pidieron a la niña que prendiera la cuarta y última vela en la corona de Adviento. “Abuelito, cuéntame un cuento del Niño Jesús, la Estrella de Belén y de los pastores”, pidió la niña. Entonces, el abuelo comenzó: “Los ángeles bajaron del cielo y anunciaron a los pastores: ‘El hijo de Dios ha nacido en un portal de Belén’. Los pastores fueron corriendo a verlo. Allí encontraron a María, con el niño Jesús en brazos, y a José. Un pastorcito quiso darle un regalo al niño, así que fue a su choza a buscar una cajita donde tenía sus tesoros: un ala de mariposa azul, un escarabajo y la cola de una lagartija. Regresó al pesebre y puso la caja a los pies de María. Un hombre la abrió. ‘¿Cómo puedes dar basura?’, preguntó indignado. María contestó: ‘Quien da con amor, da todo’. Y enseñó la cajita al niño Jesús. Él la tocó y la caja brilló, se elevó y se convirtió en ¡la Estrella de Belén! El pastorcito supo que el ala de mariposa nunca perdería su color y el escarabajo esVer Más
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domingo 09 de diciembre 2018Segundo domingo de AdvientoMamá, papá, la abuela, el abuelo y la niña rodeaban la mesa donde estaba la Corona de Adviento. Ya había una vela prendida y la niña prendió la segunda. Entonces, pidió al abuelo que contara un cuento de Navidad: “Que trate del Niño Jesús, campanas y ratones”. El abuelo suspiró, se rascó la cabeza y empezó: “Las campanas de la iglesia de un pueblo no habían sonado en años, porque las sogas estaban rotas y el campanario era muy alto. En esa iglesia habitaba una pareja de ratones con sus hijos. Ellos cuidaban el Nacimiento: alzaban el musgo que se caía y las figuras que se viraban. Una Navidad, un ratoncito curioso preguntó: “Las canciones dicen que las campanas anuncian la llegada del Niño Jesús. ¿Qué pasa con las nuestras?” Como la familia lo ignoraba, fueron a investigar. No solo descubrieron el problema sino también dos rollos de soga. Subieron al campanario con las sogas, quitaron las viejas, amarraron las nuevas y tocaron las campanas. El párroco subió al campanario: “¡Milagro! ¡SuVer Más