6 de cada 10 niños sufren acoso

Bullying escolar
10 de mayo de 2018 11:10
Nancy Verdezoto

El último informe de la Unesco es alarmante: dos de cada 10 alumnos en el mundo sufre de acoso escolar, lo que en cifras reales significan unos 246 millones de niños y adolescentes a escala global.

De acuerdo con la investigación, el 34% de los niños de entre 11 y 13 años dice haber sido acosado en los últimos 30 días y un 8%, a diario.

Pero si trasladamos esta realidad al país, la cifra es más espeluznante: 6 de cada 10 estudiantes entre 11 y 18 años han sido víctimas de al menos un acto violento de sus compañeros. Una investigación realizada por la organización internacional World Vision, el Ministerio de Educación y Unicef reconocen la magnitud de este problema en el Ecuador.

Si tomamos en cuenta que el bullying es un acoso físico o psicológico al que es sometido un chico, se convierte en un peligro real para los jóvenes, porque puede llevarlos a caer en una depresión profunda.

El año pasado, una historia conmovió al mundo. Un niño de 8 años se suicidó en Cincinnati, EE.UU., luego de haber sido golpeado por sus compañeros en el baño del colegio. Los muchachos, más grandes que el niño, se burlaron de él y lo apalearon hasta que se desmayó del dolor.

Los chicos, no importa su edad, pueden ser víctimas de acoso escolar. Los molestan porque usan lentes, porque son muy pequeños o muy altos, porque aprenden pronto, porque tienen alguna cicatriz, porque no son muy deportistas... por lo que sea. Para los abusivos, cualquier excusa es válida para actuar.

"Muchas veces, la violencia en la escuela está provocada por relaciones de fuerza desi­guales -profesor/alumno-, o a menudo reforzadas por estereotipos ligados al género, la orientación sexual u otros factores que contribuyen a la marginación, como son la pobreza, la identidad étnica o el idioma", explicó Irina Bokova, directora general de Unesco, al presentar su informe.

El problema principal es que -a pesar de la gran cantidad de campañas y denuncias sobre el tema- muchos todavía toman este tema como algo 'normal', como el 'bautizo' que todos deben tener cuando pasan por la escuela o el colegio.
Por ello, muchos no lo denuncian y años después sufren las consecuencias de ese abuso. Son tímidos, su autoestima es baja, no logran hacer amigos con facilidad, etc.

Los apodos que denigran, los empujones, el 'remarles' el lunch, todo eso es acoso. Puede empezar de forma leve, pero en algún momento se puede convertir en un problema para los chicos y afectar a su autoestima. Según World Vision, los insultos son la principal forma de acoso en el país, seguido por la divulgación de rumores falsos, que afecta a la imagen, en especial de las chicas.

Por ello, los padres y los colegios deben trabajar de forma conjunta. Si nota que su pequeño sufre de ansiedad, si no quiere ir a clases, si tiene miedo y le cuesta conciliar el sueño, son algunas señales de alarma que deberían ser tomadas en cuenta. Fortalezca la comunicación en casa, para que sus hijos le cuenten lo que pasa.

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