Los libros y cuentos son herramientas poderosas. Especialmente, en la primera infancia. En la actualidad, existen cuentos que pueden ayudar a los padres a acompañar a sus hijos casi en cualquier aspecto: en la llegada de un hermanito, la retirada del pañal e incluso el manejo de emociones.

Es curioso porque la lectura en sí despierta, por lo general, emociones gratas y positivas en los más pequeños que se traduce en fijar los aprendizajes de una mejor manera. Esto lo tiene muy claro Laura Montilla, escritora y parte de la Asociación Ecuatoriana del Libro Infantil y Juvenil Girándula.

Cuenta la promotora de la lectura infantil que hay nuevas investigaciones en neurociencias que refuerzan la importancia de la exposición a las letras, a través de cuentos, libros, narraciones, entre otros. Ella destaca que el lenguaje nos permite abrirnos más y que es clave en la construcción y reconstrucción de las emociones.

Hacerlo divertido

“El cerebro ama dos cosas fundamentalmente. Ama el amor, los vínculos emocionales, el apasionarse, el encantarse, el enamorarse...bien sea de una persona, como de las palabras, de la vida, de las plantas...La segunda cosa que ama el cerebro es aprender”, señala Montilla.

En lo referente a cuentos que puedan ayudar a los progenitores a tratar el tema de las emociones, ella detalla que casi todas las editoriales tienen opciones en esta categoría. Pero, aclara, que más allá del libro escogido en sí lo importante es generar un vínculo con el niño. Se trata de que leer los cuentos con ellos, “de hacerlo divertido, de hacerlo precioso” para promover ese gusto y el hábito por la lectura.

Karol Alarcón, psicóloga y cargo del proyecto itinerante Leyendo para Todos, concuerda con Montilla en este aspecto. “Más allá de recomendaciones de libros para las emociones es cómo los presentamos”, indica. Y añade que debe ser con mucho respeto, empatía y tener cero expectativas.

El adulto guía con coherencia

Las preguntas tipo cuestionario al terminar la narración, dice Alarcón, no ayudan. “Los niños y niñas saben intervenir cuando les gusta una lectura, cuando algo no les convence, cuando no comprenden”, asegura. Por esta razón hay que darles tiempo de asimilar la lectura y al hacerles una consulta debe ser simple, como “¿Qué te pareció?” y dejarles explicar libremente.

Los libros y cuentos resultan herramientas valiosas que ayudan a los adultos y cuidadores a presentar a los pequeños toda esa gama de emociones que existen, dice la psicóloga. “La lectura y el arte en general ayudan a los individuos a conectar con su yo interno y sus emociones”, asegura. Pero también es importante que exista coherencia, es decir, que el adulto que guía al niño sepa reconocer y manejar sus emociones. 

Recomendaciones de Laura Montilla

‘Los días raros’, María Fernanda Heredía y Roger Ycaza. Dice Montilla que es un libro sutil y que habla de la granularidad emocional.

‘¡Ves al revés!’, Jeanne Willis y Tony Ross. Este cuento sencillo funciona como una invitación para ver el mundo desde otra perspectiva.

‘Los colores de Élmer’, David McKee. Este clásico infantil trata de un elefante multicolor. Existen diversas variaciones del original.

'Crema y frutilla/ Vinagre y limón’, Olga Drenen. Parte de la línea Emociones para coleccionar de Capicua. Habla del cariño y el rechazo.

Recomendaciones de Karol Alarcón

El monstruo de colores (pop-up’), Ana Llenas. Quizás el más conocido para tratar el tema, la versión pop-up permite la interacción.

‘Feliz ‘, Mies Van Hout. Este le gusta mucho a Alarcón por su sencillez. Muestra un pez en cada página y su respectiva emoción.

‘Monstruo triste, monstruo feliz’, Ed Emberley y Anne Miranda. Es interactivo también porque tiene páginas que se pueden arrancar y se convierten en máscaras.

‘Es así’, Paloma Valdivia. Este álbum ilustrado trata sobre la vida y la muerte, explica Alarcón.

Más noticias en: https://www.elcomercio.com/ultima-hora/