La importancia del buen sueño

Cerca del 60% de la población padece de algún trastorno del sueño que repercute negativamente en su calidad de vida
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Existen tratamientos que mejoran y solucionan las distintas patologías del sueño.

14 de mayo de 2018 15:27
Daniela Flores

Las alteraciones del sueño afectan a las funciones fisiológicas de las personas. Problemas como insomnio, hipersomnia, parasomnia, narcolepsia, síndrome de piernas inquietas, sonambulismo y apnea del sueño son algunos de los muchos trastornos que se presentan cuando no se duerme adecuadamente. Estos padecimientos tienen una solución, pero deben ser diagnosticados, tratados y controlados para evitar problemas graves de salud física y mental.
El neurólogo Jorge Pesantes Zurita asegura que las personas duermen cada vez menos y que el avance acelerado de la industrialización provoca cambios en los horarios biológicos del sueño en las personas. Las diferentes patologías que afectan a las horas de descanso pueden aparecer en cualquier momento, aunque depende de la edad del paciente.
Existen muchas consecuencias, todas negativas, cuando no se tiene un buen sueño. En el ámbito de la salud, “el paciente que no duerme bien tiene un mayor riesgo de obesidad y por ende incrementa su riesgo cardiovascular, de hipertensión arterial, arritmias cardíacas e incluso puede llegar a padecer de alguna enfermedad metabólica, como la diabetes”, puntualiza el experto.

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Las horas de sueño varían de acuerdo con la edad.

Un estudio de la Clínica del Sueño señala que otra de las consecuencias de la falta de descanso es que se pierde la capacidad de concentración, la memoria y la rapidez para reaccionar. Esto genera torpeza, alucinaciones y cambios repentinos de humor. Algunos estudios demuestran que los trastornos del sueño son la causa principal de problemas socioeconómicos importantes. La presencia de estas patologías han incrementado significativamente los riesgos de accidentes laborales de todo tipo y accidentes de tránsito en las vías.

Para conseguir dormir bien lo más importante es tener un buen entorno. El neurólogo recalca que es necesario tener un buen colchón, poca luz y ruido y una temperatura estable, que faciliten el conciliar el sueño.

El ejercicio es fundamental para mejorar la salud en general y el sueño no escapa de esta recomendación. Las actividades físicas se deben practicar todos los días, pero no en la noche porque esto activa las endorfinas que nos mantienen despiertos, porque se genera más energía. Esto se debe combinar con una alimentación saludable para que el metabolismo no se altere y obviar las bebidas energizantes, la cafeína y el alcohol en la medida de lo posible para no alterar ni acelerar el metabolismo.

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