lunes 23 de enero 2023

El león y el mosquito

Edna Iturralde

Había una vez un león muy arrogante que siempre decía que, como él era el rey de la selva, nadie podía retarlo a una pelea sin perecer en ella.

Un buen día apareció un mosquito y al oír al león decir una y otra vez que era invencible, le propuso batirse en un duelo. El león se rio tanto y con tanta fuerza que se cayó patas arriba.

“Jua, jua, jua, qué chistoso eres mosquito”, repuso entre carcajadas. “No veo el chiste por ningún lado”, dijo el mosquito volando cerca del rostro del león.

“Te lo digo en serio”, continuó zumbando. El león rugió. “Tonto mosquito, ¿crees que tú, tan diminuto, me puedes hacer daño? Yo tengo unas garras potentes y además estoy cubierto de una espesa piel; ¡si hasta tengo melena!”

Pero el mosquito le desafió: “¡Alístate para pelear, león pelón!” El león lanzó otro rugido aún peor que los otros y se paró sobre las patas traseras en posición de ataque.

El mosquito voló hacia la nariz del león y lo pico con toda su fuerza. El león gimió tapándose el rostro mientras su nariz empezaba a hincharse.

“¡Basta, basta!” Rugió bajito. Entonces el mosquito se alejó zumbando feliz y contento.