lunes 28 de noviembre 2022

S.O.S para un oso

Edna Iturralde

El oso de anteojos o “ocumari” es el único oso sudamericano. Tiene un cuerpo macizo -aunque su tamaño es modesto para tratarse de un oso- patas cortas y pelaje negro, excepto en el hocico, y alrededor de ojos, quijada, garganta y pecho.

Su nombre común se debe a los círculos de piel blanca que tiene alrededor de los ojos y que parecen un par de gafas.

Es esencialmente vegetariano, aunque a veces caza conejos y ratones. En el páramo come mortiños. Habita en los bosques andinos y en los pisos subtropicales y temperado a ambos lados de la cordillera.

Desgraciadamente, en la cordillera occidental ha desaparecido por completo y solo se lo encuentra en la oriental. En Baquerizo Moreno, en Píllaro, los tres cientos habitantes decidieron proteger al oso de anteojos que habita en los bosques del parque Nacional Llanganates, esta iniciativa comenzó en septiembre del año 2020.

La zona protegida tiene 400 hectáreas de páramos y bosque andino por donde transita el oso de anteojos. Una de las razones que está en peligro de extinción es la tala de bosques y la caza por considerar que su grasa tiene efectos curativos.