lunes 10 de octubre 2022

¡VIVA GUAYAQUIL!

Edna Iturralde

En 1820 llegaron a Guayaquil tres oficiales venezolanos, procedentes de Lima, que habían abandonado el batallón Numancia. El capitán Luis de Urdaneta y el sargento mayor Miguel de Letamendi habían sido dados de baja por sus ideas libertarias.

El tercero, el capitán León de Febres Cordero, huía de la persecución del Virrey del Perú por las mismas razones. Los patriotas guayaquileños los recibieron con entusiasmo. Para iniciar con la emancipación, Ana Garaycoa y José de Villamil realizaron una reunión en su casa donde fueron invitados únicamente personas que podrían estar de acuerdo con la lucha.

Allí se reunieron en un cuarto en una reunión secreta y la denominaron “La Fragua de Vulcano”. Decidieron que la revolución sería el 9 de octubre a las primeras horas de la mañana, pero no tenían las armas ni las municiones que necesitaban.

Entonces, tanto el capitán Luis de Urdaneta como el capitán Febres Cordero convencieron a los soldados de los diferentes cuarteles de que se unieran a la revolución. ¡Tan valiente y rápido fue el golpe que ese mismo día los patriotas guayaquileños proclamaron su independencia!

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