lunes 12 de diciembre 2022

¡Burbujas!

Fausto Segovia Baus

Erick Berné, a fines del siglo XX, creó un modelo de pensamiento para interpretar las relaciones entre las personas y su entorno. ‘Análisis transaccional’ se llamó su propuesta que, en esencia, significó un referente para comprender a la gente, sus pensamientos, sentimientos, creencias y prácticas.

Berné estableció para su estudio un punto de partida: que cada ser humano, independiente de su formación o competencia profesional, asume tres estados del yo, diferente al de las etapas cronológicas de la vida: el ‘yo padre’ (bondadoso o represor); el ‘yo adulto’ (razonador o lógico); y el ‘yo niño’ (natural o programado).

Bajo este modelo se pueden observar transacciones que configuran dos tipos de personas: las triunfadoras, es decir, aquellas que son capaces de obtener logros y desarrollar actitudes asertivas, positivas; y las perdedoras, las que siempre o casi siempre desempeñan los papeles de víctimas…y victimarias.
Sería interesante preguntarnos si apoyamos el crecimiento y formación integral de nuestros hijos, o si utilizamos a las personas como cosas, culpabilizándolas, y asumimos posiciones que generan conflictos. Recuérdese que el ‘No” -sin argumentos- no forma, sino deforma.

La familia es una verdadera burbuja -metáfora que sirve como referente para revisar y reformular actitudes y relaciones-. No se trata de alcanzar la perfección, sino buscar opciones para construir juntos escenarios en los que cada persona sea un triunfador y no un perdedor. La comunicación no verbal ayuda mucho: los gestos, las miradas y los comportamientos “invisibles”, entre ellos el silencio, fortalecen la paciencia y la ternura, y tienen más trascendencia que los códigos escritos. ¿Cómo está su burbuja?