lunes 15 de agosto 2022

¡Destrudo!

Fausto Segovia Baus

Esta palabra es también conocida como destrado. Según Eduardo Weiss, psicoanalista, significa energía destructiva.

Destrudo incita a destruir, a diferencia de la libido, energía del Eros que impulsa a crear. Sigmund Freud, en el libro “El yo y el ello”, considera que destrudo se origina en la pulsión o inclinación hacia la muerte (Tánatos), que es fuente primaria de la agresión, a diferencia de la pulsión de vida.

Destrudo es un aspecto poco conocido de la teoría de Freud, y es usualmente ignorado al existir otras teorías sobre la emoción humana. La abstracción detrás del término se remonta a la época después de la I Guerra Mundial, cuando Freud analizaba las acciones de soldados afectados por traumas y otros fenómenos.

El deseo de abandonar la vida ha sido detectado durante la pandemia del coronavirus, en varias partes del mundo. La ansiedad, la soledad, el estrés, la victimización, el dolor propio y ajeno han incidido en numerosas personas que han luchado y luchan contra un agresor invisible -el virus-, que ataca, inclusive, a las que están vacunadas. Y si a lo anterior se añaden la falta de trabajo e ingresos, el poco contacto familiar y de amigos o el aislamiento en caso de sufrir algunos síntomas, el panorama de complica y es caldo de cultivo para los suicidios.

Estos problemas de salud mental, poco se han difundido. O talvez algo cuando sobreviene lo irremediable. Las acciones preventivas son urgentes, tan urgentes como las vacunas, porque el componente emocional es clave en ésta y todas las enfermedades.

Que prevalezca la sensatez antes que el afán de autodestruirse. Porque la vida es un bien precioso, que merece ser protegido. ¡Y que destrudo quede en el vocabulario siniestro!