lunes 23 de mayo 2022

¡Ecuador!

Fausto Segovia Baus

El Ecuador debe su nombre a diversos hechos. El primero se produjo en 1736, cuando la Academia de Ciencias de París envió a Quito la Misión Geodésica de Francia integrada por los sabios La Condamine, Bouguer, Godín y Seniergues, acompañados por Jorge Juan y Antonio de Ulloa, españoles. El propósito de la Misión era medir el arco del meridiano terrestre.

Ulloa y Juan escribieron una reseña bajo el título “Noticias Secretas de América”, en la cual se refirieron a “Las Tierras del Ecuador” -en alusión a la línea equinoccial que cruza al norte de la ciudad de Quito-, dejando a un lado el nombre de la Presidencia o Audiencia de Quito.

El Ecuador al concluir la campaña de la Independencia no existía. El denominado Distrito del Sur –la antigua Audiencia de Quito-, en la Gran Colombia, estuvo al mando del Gral. Juan José Flores, venezolano.

El denominado “sueño de Bolívar” –la Gran Colombia- se disgregó por intereses separatistas. Primero fue Venezuela la que proclamó su separación; luego Colombia y el Distrito del Sur.

El Distrito del Sur comprendió tres Departamentos: Ecuador, con Quito como capital; Azuay, con Cuenca como capital; y Guayaquil, con jurisdicción en toda la Costa.

El 13 de mayo de 1830, “las corporaciones y padres de familia” se reunieron en Quito, en los salones de la vieja Universidad de Santo Tomás de Aquino -antes San Gregorio-, y suscribieron el Acta de Separación del Distrito del Sur de la Gran Colombia.

Crearon un Estado libre e independiente, y designaron al Gral. Juan José Flores, como Jefe Supremo de Gobierno, quien tuvo la misión de gestionar la integración de los otros dos Departamentos; es decir, Azuay y Guayaquil.

¡Es tiempo de celebrar la verdadera fundación del Ecuador y el Bicentenario de la Batalla de Pichincha!