lunes 25 de julio 2022

¡Ñañaridad!

Fausto Segovia Baus

Ñaño o ñaña proviene del quichua, que significa hermano o hermana. Según el DRAE -Diccionario de la Real Academia Española- representa “hermandad, unido por amistad íntima, consentido, mimado en demasía; dicho de un hombre homosexual, inclinado hacia individuos de su sexo; hermano, persona con el mismo padre y la misma madre que otra, persona que está en la niñez”.

La Real Academia de la Lengua reconoce ñaño o ñaña, pero no “ñañaridad”. En el Ecuador, los ñaños son hermanos unidos por vínculos de sangre -cognados-, y también los parientes políticos -agnados-.

Por extensión, a los amigos cercanos se los denomina ñaños en la Sierra, pero en la Costa se prefiere decir “brothers”. Ñaño o ñaña consta en el diccionario académico desde 1927, aunque ya constaba antes en el léxico ecuatoriano.

“Ñañas de pierna” constituye, según investigadores, una acepción utilizada en Ecuador, Chile y Argentina, cuando personas tuvieron o tienen una pareja sexual en común.

En cuando a “ñañaridad” -que equivale a la palabra castiza hermandad- ha sido acuñada en los últimos tiempos, por influencia de las tendencias feministas, igual que “ñañarishpa -cuyo origen es “ñaña”, y hace referencia a la hermandad femenina en el mundo andino-, y sororidad -solidaridad, según la Real Academia de la Lengua.

En este sentido, “ñañarishpa” equivaldría a sororidad.El lenguaje hablado y escrito es un ser vivo. “Ñañaridad” es un caso entre otros, que nos permiten conocer y aprender más sobre la lengua y la literatura.

Por eso, en esta columna pretendemos recuperar las palabras moribundas, y reconocer las nuevas que se incorporan a la vida cotidiana por influencia de la cultura y las relaciones de inclusión, que sustentan nuestro maravilloso idioma el español.