lunes 29 de mayo 2023

¡Risas!

Fausto Segovia Baus

No se ha escrito todavía la enciclopedia de la risa. En la literatura hay hermosos textos de amor, alegría, humor y felicidad, pero prevalecen las de miedo y terror, a veces como morbo.

Recuerdo al ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, su amigo de aventuras, Sancho Panza, y su esposa imaginaria Dulcinea del Toboso. La risa forma parte del mundo cervantino, porque allí reposa el humor sano y espontáneo, rictus de amor o desamor. Porque la risa es aventura, creatividad, búsqueda y encuentro. ¡Y a veces, locura cuerda!

Los teóricos hablan de la ciencia de la risa. Verdadera o falsa, la risa es humana por naturaleza; denota sorpresa, liberación, incongruencia y alivio. Cuando reímos nos sentimos bien. Y ya es bastante.

La función social y psicológica de la risa es evidente. Los psicólogos hablan de la risa como un acto de liberación de los sentimientos reprimidos, porque reduce las tensiones y conflictos, y suaviza las relaciones humanas. La risa se acercaría al placer, disfrute y encanto.

En esa trama es ineludible acercarnos a los niños. La risa de un niño es como una loca música de la infancia. La alegría inocente se desborda en una catarata cristalina que brota en plena garganta, sin rubor. La risa es un acto espontáneo que rompe con las normas obligatorias o impuestas porque no tiene reglas. La risa es de gran beneficio para la especie humana porque reduce las rigideces y reafirma la vida.

En el campo literario la risa forma parte de la cultura de los pueblos y sus mentalidades. El autor que más se acerca al tema de la risa es Joan Huizinga, quien, en “El homo ludens” -el ser humano que juega-, recupera a la risa como un rictus universal.
¡En estos tiempos de crisis démonos un espacio para reír, aunque sea de nosotros mismos!