lunes 15 de marzo 2021

Un año después...

Nancy Verdezoto

Hace un año Ecuador declaró la pandemia. Era oficial, el coronavirus había llegado al país y rápidamente los casos empezaron a multiplicarse. De la noche a la mañana, la vida cambiaría para siempre; lo que al inicio comenzó como una idea lejana de lo que sería el confinamiento, ahora es una realidad que no tiene fecha de finalización. Poco a poco nos hemos acostumbrado a vivir de una manera muy distinta y los efectos en la salud mental empiezan a evidenciarse. Los niños van un año recibiendo clases en sus casas, aprendiendo con limitaciones indescriptibles y perdiendo cualquier forma de socialización. Los adultos mayores, encerrados por temor a ser las siguientes víctimas del virus, cayendo en depresión porque no pueden ver a sus hijos o nietos; y los jóvenes, con miedo a lo que les depara el futuro. Sin embargo, también hemos visto cómo la inconsciencia de algunos ha provocado la muerte de sus seres queridos, cómo los hospitales se llenan al punto de colapso y la inoperancia estatal ha reducido la posibilidad de acceder a vacunas. Esta pandemia nos ha dejado muchas lecciones durísimas, pero sobre todo nos ha enseñado a vivir el presente y a no dar por sentado nada.