miércoles 08 de mayo 2019

La culpa de la maternidad

Nancy Verdezoto

Ser madre siempre será un reto. Desde el momento en el que descubrimos que estamos embarazadas, sabemos que de nosotras depende un pedacito de vida, esta responsabilidad continuará durante toda nuestra existencia. En el camino tenemos que aprender a respetar y a valorar la independencia de nuestros hijos, a darles herramientas para que puedan crecer sanos, bien formados y con la capacidad de asumir las derrotas y los fracasos. Pero la culpa que cargamos como madres nos ha convertido en esclavas de nuestros hijos. Tratamos de compensar nuestra ausencia por motivos laborales con mimos y poco a poco las reglas se van eliminando; nuestros hijos se aprovechan de la carga emocional que llevamos y dejamos de ser sus madres para ser sus súbditas. Si a esto se suman las críticas de otras mamás porque no renunciamos a la vida profesional para criarlos, el peso se vuelve gigantesco. El problema es que por pensar en nosotras nos olvidamos que nuestra misión como madres es educar y que si debemos poner límites y reglas claras es por el bienestar de nuestros hijos. Dejar la culpa de lado nos hará mejores madres y nos liberará como personas.