Forman parte de la trama de series, libros y películas —sobre todo de Disney —. También se entremezclan en las letras de poemas y canciones. Están en todas partes y todavía, aunque en las nuevas generaciones hay un cambio de mentalidad al respecto, dominan la sociedad actual.

Los mitos del amor romántico se esconden en los finales felices de las historias de princesas, en los matrimonios de décadas (a pesar de las circunstancias adversas) que venden las telenovelas... “Son ideas y creencias generalizadas en la sociedad y la cultura, que se aceptan como verdaderas y suelen suponer una simplificación o distorsión de la realidad, por lo que influyen en nuestros comportamientos”, explica la psicóloga Ana Guerrero.

El problema con estas creencias, según la especialista, es que son la antesala o el origen de relaciones poco sanas porque “nos olvidamos de cuidar de nosotros mismos por anteponer siempre la relación o a la otra persona”. Al ser construcciones sociales tan arraigadas, que en muchas ocasiones se transmiten de generación en generación, resulta difícil evadirlas.

Dice Guerrero que pueden parecernos erróneos de una forma evidente pero que podemos actuar de una forma inconsciente en base a ellos. Precisamente, todas las fuentes de información que tenemos en la actualidad han servido para difundir y reforzar estos mitos.

“Son cosas que hemos escuchado desde la niñez, que vemos en telenovelas o películas y que a veces pueden mostrar un amor idealizado”, detalla Andrea Garibaldi, psicóloga clínica especializada en intervención psicoterapeuta, para explicar el origen que tienen estas creencias. Los filmes de Disney son los mejores ejemplos de esta situación.

El amor para todo la vida es uno de los mitos más difundidos. Foto: Pexels

Durante generaciones han mostrado a princesas únicamente preocupadas por merecer el amor del príncipe azul. Aunque parezcan inofensivas son ideas que quedan en la mente y que pueden afectar la toma de decisiones de los individuos.

Dice la psicóloga Karina Gutiérrez que los mitos del amor romántico se dan porque “venimos impregnados de ellos desde que nacemos”. De estas creencias muy limitantes que arrastramos.

Tienen que ver con lo cultural, religioso, educativo y social. Aunque ahora hay cierta resitencia entre los más jóvenes, la experta cree que “todavía no despertamos a aceptar a que hay algo diferente” en lo referente a las relaciones amorosas.

A pesar de que estos mitos se implantaron en las mentes de las personas y se volvieron un hábito de la sociedad, al parecer de Gutiérrez, sí se pueden romper y cambiar. El primer paso para un cambio de mentalidad real es “aterrizar la idea de que el enamoramiento no es igual al amor”, enfatiza la psicóloga Garibaldi.

En este sentido, se trata de entender al amor no como algo estático, si no como algo que va cambiando y madurando. Además, al contrario que el enamoramiento es una decisión, según ambas especialistas. Entender esto permite desmontar muchos de los mitos románticos que siguen afectando las relaciones actuales.

Deshacerse de estas creencias permite soltar expectativas. Foto. Pexels

Estas creencias, detalla Gutiérrez, se rompen en la familia. “No hay que esperar que se rompan de afuera hacia adentro”, asegura. Es decir, que cada persona debe tomar conciencia y cambiar esa mentalidad en su entorno familiar. A continuación la experta identifica los seis mitos más comunes o difundidos, los analiza y los desmonta.

1. El amor que dura para siempre. Tiene que ver con el conocido “hasta que la muerte los separe”, según la psicóloga. Para desmontar esta creencia explica que las personas vamos cambiando y por ende el amor también. Es un sentimiento que se transforma. “Hay amores que duran la vida que tenemos que llevar pero es porque lo construyen y deciden elegirse cada día”.

2. El amor todo lo puede. Hace referencia a que solo es necesario del amor para salvar o reparar cualquier fisura de la relación. A pesar de que sí es un ingrediente fundamental y es un pilar en la relación no es el único. También es necesaria la independencia, el trabajo en equipo, la complicidad, entre otros. Tiene que haber un proyecto de vida conjunto e ideales compartidos para que funcione.

3. Amor a primera vista. El famoso ‘flechazo’ no es más que la fase de enamoramiento. Es química, placer o un encanto, pero no es amor. “Funciona todo a primera vista porque no nos conocemos, no nos hemos dado el tiempo para aceptar a esa persona y a su entorno”, señala la experta. Es como una casa a la que le vamos poniendo los ladrillos, luego la pintamos, la arreglamos...

4. Polos opuestos se atraen. Este mito está super impregnado en la sociedad y es muy marcante, dice la psicóloga. “Nos atrae lo que quisiéramos tener y que el otro tiene”, pero eso solo pasa al principio. Es mejor optar po alguien que se asemeje a nosotros, que vaya en nuestra misma dirección. “Es mejor elegir una pareja que se parezca a ti, en el sentido de que tengan las mismas metas”.

5. Si es que me cela, me quiere. Los celos funcionan como sinónimo de importancia. Como una muestra de que mi pareja está pendiente de mí. “En absoluto es así”, advierte Guitierréz. El o la que cela lo hace porque tiene muchas inseguridades, ansiedad , un apego tóxico o una dependencia emocional que debe trabajar. También hay una carencia en el otro porque prácticamente elige que le priven de su libertad y este no es un amor sano.

6. El otro tiene mi felicidad en sus manos.  Es una frase que se escucha mucho en consulta. “Si tomas tu felicidad y la pones en manos de tu pareja la romperá porque eres tú quien debe cuidar de tu propia felicidad”, señala la especialista. Es algo que viene del interior de cada persona tras conocerse y aceptarse. Cada uno en la pareja debe hacerse cargo de su felicidad.

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