El covid-19 ha cambiado las rutinas de las personas en todo el mundo y también la forma en la que se relacionan con los demás. No es de extrañarse que las citas y el romance también hayan cambiado durante la época de distanciamiento social.

El contacto físico es importante en los seres humanos. “Es la forma en la que el ser humano se siente amado, es un simbolismo del amor y a través de esto se conecta con la relación primaria de vínculo con la madre, conecta con las primeras caricias y vínculos afectivos con la mamá”, explica la psicóloga clínica Carolina Espinosa Jara, directora del Centro Psicoterapéutico Ansuz.

Cuando esto falta, las personas pueden sentirse solas, no amadas y no reconocidas. Afortunadamente, hoy en día hay varias herramientas tecnológicas disponibles que ayudan a que la gente pueda conectarse sin estar en la misma habitación. Las redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea permiten escribir, llamar e incluso hacer videoconferencias con los seres queridos.

Estas herramientas “permiten conocer más a profundidad a la otra persona, poder no solo mirar al otro desde una perspectiva de conquista sino de la personalidad, analizar sus reacciones, sus debilidades”, dice Espinosa Jara.

Las aplicaciones de citas o que tienen el fin de conectar personas han visto un incremento en su uso en las últimas semanas. Tinder y OkCupid han identificado un incremento del 7% de interacción entre los usuarios.

No poder reunirse en persona significa que los usuarios pasan más tiempo en conversaciones y conociendo al otro. S’More, una aplicación para entablar relaciones con otras personas, ha registrado un incremento en la actividad diaria de 30%. “Si hay algo positivo en esto es que las personas tienen ganas de conectar con otros en un nivel más profundo. Es importante mencionar que distanciamiento social no es igual a distanciamiento emocional”, dice Adam Cohen, gerente de la empresa.

“A nivel psicológico, todos los seres humanos buscamos aceptación, reconocimiento y pertenencia. En ciertas edades como la adolescencia y la juventud esto es muy importante. El tener interacciones en redes permiten decir ‘yo pertenezco a un grupo, a una sociedad’. No pasa por la lógica pero es la sensación de sentirse integrado”, dice Espinosa Jara.

La explicación de este comportamiento está en una de las conductas más primitivas de los seres humanos. Antiguamente, únicamente al pertenecer a un grupo se tenía la posibilidad de estar a salvo ante las amenazas que existían.

Se sabe que el distanciamiento social también pasará y eventualmente las relaciones interpersonales retomarán, de alguna forma, cierta normalidad. Pero los efectos del aislamiento pueden continuar. Según Espinosa Jara, la necesidad de contacto físico puede hacer que aumente el deseo sexual en las personas y puede llevar a los individuos a ir en contra de las normas establecidas. “Van a buscar materializar las citas ‘online’ y tener relaciones sexuales de forma impulsiva.

Consejos

En la distancia. Si está lejos de la persona que es de su interés, aproveche el tiempo para conversar más sobre temas profundos y conocer sus ideas, sus metas y sus debilidades.

Tenga citas en línea. Conéctese a través de Internet para ver películas juntos o preparen algo de comer en pareja.

Dedique tiempo para cuidarse. Tenga más atenciones con su salud, con su estado físico y con sus emociones. El amor propio es fundamental.

Fortalezca el amor propio. Si tiene problemas de autoestima evite depender de las redes sociales. Pueden agravar estados de ansiedad y depresión.

Tómese el tiempo para conocerse y aprender qué es lo que le gusta. El placer propio tiene beneficios a nivel psíquico y de pareja.

La cercanía emocional. Manténgase conectado con las personas que son importantes para usted. Esto ayuda a sobrellevar mejor el encierro. Busque la forma de hablar con ellas.