Los amigos son parte fundamental del desarrollo de cada persona. Estos generan un vínculo que permite que nuestra parte social crezca y podamos enfrentarnos al mundo sin temor.

Sin embargo, conforme crecemos, esta facultad de hacer amigos tiende a ir en descenso. El problema no es precisamente que perdemos la capacidad de hacer amigos, sino que tenemos menos tiempo para formar estas amistades.

Esta es la conclusión a la que llegó un estudio que publicó el Journal of Personal and Social Relationships, sobre ‘¿Cuántas horas nos toma hacer un amigo?’. De acuerdo con la investigación, se requieren aproximadamente 50 horas de tiempo para pasar de ser conocidos a ser ‘amigos ocasionales’, es decir, compañeros de salidas.

Alrededor de 90 horas son necesarias para convertirse en un ‘amigo fiel’, que implica que ambos hacen tiempo para dedicarse al otro, y más de 200 horas para formar un vínculo de ‘Best Friends Forever’, en donde existe conexión emocional e incondicional mutua.

Pero no se trata de pasar horas por cumplir un número, sino que sean momentos en donde se compartan actividades; no es lo mismo el tiempo que pasan juntos en el trabajo, que conversando mientras toman un café, viendo televisión, paseando o yendo al cine. Las amistades se construyen en función del intercambio profundo de un lazo, de qué tanto llegamos a conocer al otro.

Según el estudio, tener amistades es uno de los factores que producen felicidad y satisfacción de las personas en su vida. Muchos amigos se convierten incluso en algo así como familia, sobre todo para quienes están lejos o solos.