El espejo despierta el erotismo

Cuando la rutina afecta a las relaciones sexuales, usar un espejo puede ayudar a acabar con la monotonía y reforzar el sentido de autoconfianza
En casi todas las casas y  habitaciones hau un espejo. Usarlo al momento de tener relaciones es una forma de salir de la rutina. Foto: Freepik

En casi todas las casas y habitaciones hau un espejo. Usarlo al momento de tener relaciones es una forma de salir de la rutina. Foto: Freepik

25 de abril de 2022 08:00

Cuando la rutina afecta al acto sexual usar un espejo puede ayudar a romper con la monotonía y redescubrir la intimidad de cada uno.

El paso de los años pesa en el plano de la sexualidad de la pareja. Por eso, en ocasiones, ser creativos y salir de la zona de confort puede ser la clave para evitar problemas o para simplemente elevar el grado de disfrute.

Un recurso interesante que plantea Andrea Macedo, psicóloga y sexóloga, es utilizar un espejo. La experta propone usarlo para salir de la monotonía que se crea alrededor del acto sexual de la pareja. Que la mayoría de veces se limita a la habitación y a la cama.

Dice la sexóloga que más allá de ser un instrumento de belleza, el espejo puede ser una herramienta ideal para descubrir la intimidad de cada uno y explorar el erotismo en pareja.

Al contrario de los juguetes sexuales, el espejo es un objeto más o menos común, presente en la mayoría de casas. Entonces es una forma fácil y a la mano para salir de la rutina.

Macedo suele recomendar esta técnica en las sesiones de terapia que realiza. “Como una forma de crear espacios distintos en la pareja”.

Con el uso del espejo se pretende generar un juego visual en la pareja. Funciona como una suerte de condimento. “Ver y observar los movimientos de tu compañero en el momento del acto sexual puede llegar a ser muy estimulante”, expresa la sexóloga.

En la misma línea, la sexóloga Lourdes Calderón explica que la técnica del espejo funciona para que los miembros de la pareja se conozcan, que conozcan los ritmos y tiempos de las caricias. “Los dos se acarician simultáneamente y la idea es que la caricia que yo recibo la hago en mi pareja para ver su reacción”, expone.

Según Calderón, en sus terapias suele recomendar este método para quitar protagonismo al coito y darle más importancia al erotismo. 

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