El estrés es un factor que puede afectar las relaciones de pareja, sobre todo cuando este se combina con ansiedad. El día a día, en general, puede ser muy estresante. El trabajo, los hijos, los familiares, las deudas, el tráfico, la casa... demandan mucha energía y tiempo, que hace se deje de lado a la pareja y el bienestar de la relación.

Así, el estrés no solo afecta a nivel emocional de una pareja, sino que incide también en la manera de conectarse mutuamente y de generar cercanía e intimidad.

Un reciente estudio realizado por el Centro Nascia, especializado en el tratamiento del estrés y la ansiedad, sobre el sexo y estrés determinó que el 70% de las relaciones sexuales bajo los efectos del estrés “son poco o nada satisfactorias”.

Este estrés se refleja a nivel físico, psicológico y fisiológico, explicó Raquel San Martín, directora del Centro Nascia. Así, aparecen los dolores de cabeza, el cansancio generalizado y la tensión muscular, que evitan que se desarrolle una relación en condiciones normales. Se produce una reducción de la libido.

El estrés también puede producir problemas de erección, ausencia de secreción vaginal e, incluso, eyaculación precoz. Esto ocurre porque, “desde el punto de vista fisiológico, se produce un descenso en los niveles de andrógenos y estrógenos cuando se está bajo los efectos del estrés”, señaló San Martín. La impotencia “es una de las consecuencias relacionadas con los cuadros de estrés”.

Si uno de los dos no se siente a gusto con la relación, los problemas pueden profundizarse, sobre todo si no se habla del tema. El estrés, a nivel emocional, también provoca conflictos en la pareja. Al estar estresados, se genera un clima de tensión, que puede ser un motivo de distanciamiento a largo plazo en la pareja.

Aunque una buena relación se basa en el amor y el apoyo constante, el estrés puede causar tal malestar entre la pareja que puede no tener vuelta atrás. Es importante darse cuenta a tiempo para evitar una ruptura.

Muchas veces, como consecuencia del estrés, puedes aislarte o, por el contrario, demandar demasiada atención y esto puede provocar reacciones adversas.
Según el Centro Nacional de Investigación de Matrimonios Saludables de EE.UU., el experimentar estrés es inevitable, pero es necesario aprender a reconocerlo y a manejarlo. Es vital que la pareja sea un soporte en estos momentos y respete las emociones que están experimentando. Solo así podrán avanzar en una solución para calmar el estrés.

No todos los problemas tendrán una resolución, pero el hablar de ellos y compartir los sentimientos puede ayudar a manejarlos. Si no encuentra con su pareja una manera efectiva de manejar el estrés, esto tendrá graves consecuencias negativas en su relación de pareja.

Según los datos del Centro Nascia, el amor también puede producir estrés. Dentro de un compromiso, se identificaron los cinco principales motivos de estrés: Los celos de la pareja, el miedo a la ruptura, la convivencia, la puntualidad y la conciliación de los temas difíciles. La solución está en la confianza y la comunicación.