¿Cómo evitar caer en el ‘breadcrumbing’?

El término se refiere a ir dejando migajas o señales afectivas para dar falsas esperanzas al otro. Quien lo hace solo busca atención y no una relación seria.
Quienes hacen 'breadcrumbing' dan falsas esperanzas a la otra persona para tener una constante atención. Foto: Freepik

Quienes hacen 'breadcrumbing' dan falsas esperanzas a la otra persona para tener una constante atención. Foto: Freepik

7 de noviembre de 2022 08:15
Gabriela Balarezo

Hay muchos factores que entran en juego cuando se trata de un relación; también numerosos comportamientos que describen los pormenores del ámbito de pareja. Si alguien con quien estabas saliendo deja repentinamente de responder y desaparece, te está haciendo ‘ghosting’. Y se le llama ‘pocketing’ a la conducta en la que uno de los dos evita presentar a su novio o novia a su círculo cercano.

El ‘breadcrumbing’ es otro de los tecnicismos que se usan en la actualidad para dar nombre a ciertas circunstancias que surgen cuando dos personas interactúan en el plano amoroso. Este término traducido al español se refiere a ir dejando migajas. Se refiere, explica la psicóloga María Belén Sucre, a esas ocasiones en las que “una persona no posee intenciones de llevar una relación a algo serio, pero le gusta recibir atención”.

Por esta necesidad de atención, su conducta -indica la psicóloga- se basa en coquetear frecuentemente o enviar señales de interés afectivo. Estas ‘migajas’ las va dejando a los otros, a sabiendas de que va a permanecer soltero o soltera. Mientras, la otra persona sí está involucrada y busca una relación profunda.

Como otros términos similares, no es un comportamiento nuevo. Esta especie de técnica de ‘seducción’ lleva décadas empleándose. Hay incluso una canción de Christina Aguilera que hace referencia al ‘bread­crumbing’, porque se trata básicamente de crear “falsas esperanzas” en el otro a través de las migajas que le da.

La psicóloga Gema Sánchez dice que se ha popularizado y ha crecido en tiempos de redes sociales; detalla que las señales que envían quienes asumen esta conducta son mínimas, para hacerle saber al otro que sigue allí pero sin que sean demasiado como para que piense que lo que hay entre ambos es serio o significa algo más.

De esta manera, la persona a la que le aplican ‘breadcrumbing’ permanece en un limbo al que solo él o ella puede ponerle fin. Ese comportamiento ambiguo de quien les interesa como pareja les genera ansiedad y frustración, según Sánchez.

Detrás del ‘breadcrumbing’, advierte la psicóloga Sucre, está un individuo (hombre o mujer) con rasgos narcisistas. Es decir, que necesitan alimentar su ego y sentir cons­tantemente la validación y atención del otro. 

Señales

Incongruencia. Sánchez menciona que quienes hacen ‘breadcrumbing’ son poco claros y concisos. Cuando se les pregunta sobre planes de pareja o de la relación suelen responder con “ya veremos” o “puede ser”. Dejan siempre una puerta entreabierta.

Intenciones. La mayoría de veces son quienes evitan hablar sobre el estar en una relación. No les gusta dialogar al respecto. Así el otro nunca sabe en dónde está parado con esa persona. Evitan también hablar de sentimientos.

Intermitencia emocional.  Otra ‘red flag’, dice Sucre, es que tienen una facilidad para mostrarse cercanos en un momento (saludan cariñosamente) y fríos (no vuelven a escribir por días) en un período corto de tiempo.

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