¿Y si hay preguntas incómodas?

Las reuniones familiares son oportunidades de reencuentro en las que se busca saber más de los otros.
En los diálogos familiares se deben abordar temas de opinión general y participativa. Foto: Pexels

En los diálogos familiares se deben abordar temas de opinión general y participativa. Foto: Pexels

6 de enero de 2022 12:56
Darla Arevalo

Las celebraciones familiares como Navidad y Año Nuevo son momentos de reencuentro y oportunidades para conocer más sobre cada integrante. En ese afán por saber un poco más de la vida del otro se pueden generar preguntas incómodas.

Hay cuándos y porqués ante los que no se sabe si responder o guardar silencio. ¿Cuándo nos presentas a tu pareja? ¿Por qué no te has casado? ¿Cuándo tendrán hijos? La lista de preguntas que pueden resultar incómodas es extensa.

La curiosidad de algunos integrantes podría ocasionar problemas y discusiones durante los festejos. La psicóloga clínica Rocío Villacís explica que estos temas principalmente son tocados por una conducta social. Pero cómo responder si no se quiere.

Lo primero ante un ‘interrogatorio’ es mantenerse tranquilo y evitar ponerse a la defensiva. Serán momentos que precisarán de mucha inteligencia. Cambiar de tema es una opción ante las preguntas incómodas. Se puede responder con otras preguntas de temáticas distintas. Hablar de cine o series de televisión funciona.

También es posible recordar experiencias vividas con uno de los familiares presentes o no. Traer a la memoria de los demás una anécdota desviará la atención hacia otra temática que además es cercana. La persona curiosa notará el cambio de tema y recibirá la señal de que no se quiere responder su pregunta. El humor es otra alternativa que ayuda a transformar los momentos incómodos.

La creatividad para sortear la interrogante no solo evitará la respuesta, sino que puede arrancar sonrisas. A esas alturas, el familiar curioso ya debería haber captado el mensaje que se le envía. Si la persona insiste, será mejor repreguntar para conocer la razón de su interés y encontrar una respuesta. Puede que esté buscando un consejo para una situación propia a través de tu vivencia.

Esta postura no obliga a contestar al involucrado principal. La última opción es ser totalmente directo y decir que prefieres no hablar de eso. Lo que no se debe hacer es optar por una mentira. Una forma de evitar estos momentos es anticipar a la familia más cercana qué temas es mejor no poner sobre el tapete. 

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