Antes de iniciar un año nuevo, se definen metas y propósitos que se plantean cumplir durante los 365 días. Cuando estamos en pareja, es importante que estos objetivos se establezcan en función de lo que ambos prevean para el futuro.

Primero se debe tener claro tanto las perspectivas de su relación como las individuales. Según la psicóloga Estefanía Sáenz, es importante establecer metas inteligentes, esto significa “que sean objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y definidos en el tiempo”.

Esto permitirá que podamos cumplirlos, porque nos dará una perspectiva más clara de lo que deseamos y cómo conseguirlo.

Ahora, es fundamental empatar los objetivos individuales con los de la pareja. Así, si uno de ellos quiere vivir en otro país y el otro quiere empezar sus estudios, podrían llegar a surgir conflictos en la relación si no logran establecer un punto medio.
De allí que es importante que exista una excelente comunicación, para que se puedan armonizar las metas a futuro.

De acuerdo con una investigación, publicada en la revista Psychology Today, es más fácil que los propósitos de pareja se cumplan antes que los individuales. Esto, porque al hacerlos en conjuntos, los dos estarán enfocados en alcanzarlos y se evitará que queden en el aire.

Según el estudio, uno de los factores por el que las personas abandonan sus metas en la mitad del camino, es porque se trataba de un proyecto que no presentaba un reto suficiente, no los desafiaba y por ende cumplirla o no, en nada afectaba la vida cotidiana. Así que asegúrese que la meta que se plantee realmente lo rete a salir de su zona de confort, lo invite a tomar riesgos y a asumirlos. Además, es importante que antes de definirlo se pregunte a sí mismo qué ganará al cumplirla, qué grado de satisfacción obtendrá y qué compromiso debe adquirir para alcanzarla, si esas tres interrogantes tienen como respuesta un impacto y responsabilidad alta en usted, puede determinar que esa meta vale la pena cumplirla y se esforzará por hacerlo.

Sin embargo, tenga en cuenta y pregúntese si realmente su objetivo es alcanzable. Si su meta, por ejemplo, es aprender otro idioma o bajar 30 kilogramos, y se plantea una semana para lograr ese fin, obviamente su reto no es muy realista. Por ende, siempre tenga en cuenta los plazos establecidos y la congruencia entre su realidad y lo que desea alcanzar.

Lo mismo sucede con las metas en pareja. Si usted entiende qué es lo importante de la relación, hacia dónde deben enfocarse, será más sencillo alcanzar cualquier objetivo.
Es importante que estos propósitos tengan un plan y una fecha de cumplimiento. Según Sáenz, se pueden definir propósitos a corto, mediano y largo plazo, con lo que se llegará a acuerdos con la pareja para su cumplimiento.

Se puede hacer un plan, explicó Sáenz, en el que se defina claramente los propósitos para cada área de su vida: emocional, profesional, psicológico, educativo, etc. Esto le permitirá organizar cada idea y analizar su viabilidad para cumplirla.

“Hay que preguntarse no solo el porqué quiero conseguir algo, sino también el para qué y eso es vital”, señaló la psicóloga