La píldora masculina, todavía un mito

Píldoras anticonceptivas
7 de mayo de 2018 16:43
Nancy Verdezoto

Hace un tiempo se instauró nuevamente el debate sobre la concepción y la responsabilidad que tiene la pareja frente a un embarazo. Tradicionalmente esta carga ha recaído en las mujeres, por ser ellas quienes llevan a los bebés en sus vientres, aunque en el proceso de fecundación intervienen óvulos y espermatozoides.
Para cambiar este esquema, en el 2008 se empezaron a realizar investigaciones para desarrollar y fabricar productos anticonceptivos masculinos. Ese año se inició un estudio, co-patrocinado por las Naciones Unidas y que fue publicado en la revista Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, que se orientó a encontrar las dosis de hormonas que necesitan los hombres para evitar la fertilidad de sus espermatozoides.
La investigación se realizó en 320 hombres sanos que mantenían relaciones monógamas, de entre 18 y 45 años. Se les aplicó una inyección anticonceptiva desde septiembre del 2008. La dosis se administraba cada ocho semanas y consistía en 1 000 miligramos de testosterona sintética y 200 miligramos de enantato de noretisterona, un derivado de las hormonas femeninas progesterona y estrógeno.
Esta mezcla reduce la testosterona que se fabrica naturalmente, porque el cerebro recibe la señal de que existe demasiada hormona en el cuerpo y así ya no produce más.
En los resultados se demostró que al usar esta inyección se reducía a menos de 1 millón por mililitro el conteo de esperma lo que evita la fertilidad de los espermatozoides de una forma segura.
El método anticonceptivo fue eficaz en casi el 96% de los usuarios continuos.
Sin embargo, y a pesar de la efectividad de este método anticonceptivo, se suspendieron las pruebas porque existían algunos efectos secundarios de su uso. Según el último reporte dado por el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra, estos efectos adversos eran acné (45%), aumento en la libido (38%), dolor en el lugar de la inyección (23%), desórdenes emocionales (18%), dolores musculares (16%) y bajo conteo de esperma después de suspender el tratamiento (5%).
Estos son los mismos efectos secundarios que tienen las mujeres cuando toman píldoras anticonceptivas o se aplican inyecciones hormonales. En la revista científica JAMA Psychatry Jornal se incluyen otros problemas como desarrollo de quistes ováricos, debilitamiento de huesos, riesgo de contraer infecciones o hasta la probabilidad de cáncer cervical.
Esto ha despertado un sinnúmero de puntos de debate porque se considera una desigualdad de género el que recaiga sobre las mujeres la carga de la contracepción. Muchas científicas han ahondado el debate con la presentación de evidencias que demuestran que los efectos secundarios pueden ser subsanados cuando se deja de consumir el tratamiento.
Hasta ahora, los únicos métodos anticonceptivos que usan los hombres son los preservativos, la abstención y la vasectomía; mientras que para las mujeres hay más de ocho opciones, de las cuales al menos la mitad tienen una carga hormonal importante y son los causantes de cerca del 30% de los casos de depresión femenina según la revista JAMA.
Sin embargo, estos datos no han sido suficientes para que se desarrollen nuevos métodos más seguros para las mujeres y eficaces para los hombres. La concepción es un tema de pareja y los dos deben estar involucrados en este proceso.

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