A pocas horas de dar el gran ‘sí, acepto’, Lorena Ortiz se dio cuenta que algo no andaba bien. Sentía un impulso inexplicable de dejarlo todo y marcharse. Ya no estaba segura de que la decisión era la correcta. Pero el compromiso pudo más y caminó hacia el altar con cientos de dudas en la cabeza.

Ella es psicóloga clínica y trabaja en la ciudad de Miami. Allá se mudó luego de divorciarse, apenas siete meses después de casarse con quien pensó que era “el indicado”.

Para ella es curioso que siendo psicóloga, su ilusión por el matrimonio fue tan grande que nubló todo lo que ella había pensado que quería en una pareja. “Alguien responsable, deportista, que no se rinda, que quiera tener hijos y formar un hogar”, cuenta.

En un inicio pensó que sería una cuestión de tiempo, que ambos podrían hacer acuerdos y compartir otras actividades. Pero a los pocos meses la situación se volvió insoportable.

No se imaginó estar divorciada a los 31 años de edad. Hoy en día usa su experiencia para ayudar a otras parejas antes de casarse. Ella dice que hay cinco cosas que se deben hacer antes de dar el gran paso.

La primera es hablar sobre la familia y los deseos o no de tener hijos. Este puede ser un factor decisivo en el momento de continuar una relación. “Por más que amemos a una persona, no podemos obligarle a tener hijos si no es algo que desea. Tampoco podemos privarnos de algo que nosotros anhelamos”, dice Ortiz.

Otro tema importante es el dinero. Es necesario discutir sobre el ahorro, la división de los gastos del hogar y las deudas. En la actualidad, la mitad de los matrimonios termina en divorcio y entre las primeras causas para la disolución del vínculo marital están problemas financieros, según un estudio de Ramsey Solutions.

El tercer tema importante es la relación con la familia y amigos de la pareja. A largo plazo pueden aparecer problemas porque uno de los dos no quiere pasar un día festivo con la familia política o por conflictos con suegros o cuñados.

Los valores son, sin duda alguna, algo que no se puede dejar de discutir. Ambas partes deben estar de acuerdo en temas como la honestidad, fidelidad y compromiso. Así podrán disfrutar la convivencia.

Finalmente, hay que hablar de los sueños y metas. Si bien algunas se construyen en conjunto, hay que analizar si las personales se ajustan a esa nueva vida en pareja.