Aprenda a convivir con los abuelos

2016-07-31 05:00:00
David Landeta

APRENDA A CONVIVIR CON LOS ABUELOSCuando un adulto mayor se muda a casa la realidad cambia.Hoy es muy común que los abuelos vayan a vivir en casa de sus hijos cuando son muy mayores, cuando han enviudado o ante una enfermedad. Muchos tratan de evitarlo, pero la soledad es un problema que puede generar problemas emocionales muy fuertes, así que deben cambiar de ambiente y rodearse de su familia para poder superar la tristeza.Pero cuando llegan a la casa de sus hijos y nietos no siempre es sencillo conciliar entre su mundo y el de su familia. Muchos adultos mayores optan por tratar de imponer su ritmo, sus costumbres, sus normas, sus horariosu00c2u0085 en la casa de sus hijos, lo que puede generar una serie de conflictos.Es por esto que algunos abuelos prefieren quedarse en sus casas o en asilos de ancianos en lugar de convivir con los hijos. Esto fue revelado en una investigación realizada en España en junio pasado, en donde el 42,3% de los adultos mayores encuestados afirmó que cuando ya no puedan ser responsables de sí mismos ellos preferirían quedarse en sus hogares, pero ser cuidados por sus familiares.Una de las principales razones de estas respuestas es que a ellos les preocupa depender de otras personas en un 34,2% y ser una carga para sus seres queridos en un 27,5%. Pero están conscientes de que en un momento dado deberán recibir ayuda de sus familiares para hacer tareas domésticas, por ejemplo.Pero a veces, aunque se resistan a quedarse en casa de sus hijos, las circunstancias obligan a que así sea. Y es allí cuando pueden surgir problemas de convivencia, vinculados principalmente a la comprensión mutua. Para los nietos, por ejemplo, puede resultar normal salir hasta tarde o comer con el celular en la mesa, pero para los abuelos esto puede ser considerado como una falta de respeto.Lo que se necesita es establecer parámetros claros de comprensión mutua. Los adultos mayores deben entender que los tiempos han cambiado, las generaciones son distintas y que ahora no se puede establecer normas similares a las de cuando ellos eran jóvenes, y los muchachos necesitan aprender a crear un ambiente de convivencia, en donde escuchen lo que les enseñan sus abuelos y generan un ambiente de confianza y paz.El problema es que en medio de estas dos generaciones están los hijos. Ellos deben lidiar con las quejas y reclamos de ambos lados, algo complicado porque no se puede dar gusto a todos y en algún momento deberán ser salomónicos o ponerse de uno de los dos lados.Si a esto se suma que con la edad muchas personas pueden adquirir enfermedades ligadas al envejecimiento la situación puede tornarse más complicada.Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que en el 2050 el número de personas que superen los 80 años llegará a los 395 millones, es decir cuatro veces más que en la actualidad.Y de ellos, una de cada seis personas tendrá demencia. A esto se suman los datos de males como el alzhéimer, que de acuerdo con la Sociedad del Alzheimer de Reino Unido, el 80% de los adultos mayores que viven en casas de retiro tiene problemas de memoria y alzhéimer.Esto es un problema si se toma en cuenta que los hijos deben aprender a lidiar con estas enfermedades que vuelve las relaciones familiares muy complicadas y complejas. La demencia vuelve a las personas agresivas y hace que sea muy complicado el poder llevar una relación tranquila, por ello muchos terminan entregando el cuidado de los adultos mayores a casas de reposo e instituciones especializadas.Pero si se ha decidido que los abuelos vivan en casa de sus familiares, se deben llegar a acuerdos, en donde la convivencia sea un tema de acuerdos y no de imposiciones. Se debe negociar las decisiones e incluir en ellas a todos los miembros de la familia, para que los abuelitos no se sientan excluidos.No siempre será fácil, pero lo mejor es hablarlo para que las condiciones de vida en el hogar sean lo mejor posibles y no haya peleas constantemente.

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