El ‘Baby sign’ reduce la frustración en bebés 

Esta herramienta de comunicación gestual se emplea antes de que los pequeños aprendan a hablar y requiere mucha constancia de parte de los papás.
Una herramienta de comunicación gestual. Foto de cortesía

Una herramienta de comunicación gestual. Foto de cortesía

5 de septiembre de 2022 06:00
Gabriela Balarezo

Utlizar señas o signos para que los padres puedan comunicarse con sus bebés antes de aprender a hablar es una práctica que gana seguidores alrededor del mundo. No obstante, en Ecuador las instructoras formadas en este método, conocido como ‘baby sign’ son contadas.

Carolina Albán es una de ellas. A través de su cuenta en Instagram @babytalklab comparte contenido al respecto. Además de ser asesora en ‘baby sign’ es relacionadora pública y mamá. Cuenta que se interesó por esta herramienta tras el nacimiento de su hija Emma.

Después certificarse, a través de un centro de España, Carolina empezó a aplicar lo aprendido cuando su hija tenía 7 meses. Aunque al principio pensaba que este método podría retasar el lenguaje de su hija, con el tiempo notó que funcionaba como un estímulo adicional, ya que la bebé estaba expuesta todo el tiempo a las palabras que acompañaban a los signos empleados.

El ‘baby sign’ “es en una técnica de comunicación temprana basada en el uso de signos o gestos naturales que enriquecen las interacciones que pueden tener los padres con sus bebés día a día”, explica la logopeda Alejandra Villegas.

Según la experta, se puede empezar a partir de los 6 o 7 meses. Adicionalmente, Carolina señala que el tiempo que tarda un pequeño en devolver los signos varía mucho. Algunos puedan tardar hasta 2 meses en usar las manos (haciendo gestos) para comunicarse y otros, algunas semanas. La asesora aclara que “todos los niños signan”, es decir todos tienen la habilidad de hacerlo.

Este tipo de comunicación no verbal no es una lengua de signos como tal, pero se basa en ella. Se adaptaron palabras claves del sistema.

El uso de los signos resulta útil para reducir la frustración de los bebés y es una herramienta que los papás pueden usar para evitar colapsos y comunicarse con sus hijos.

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