No deje que el miedo se apodere de los niños
No deje que el miedo se apodere de los niños
La pandemia del covid-19 ha causado alteraciones significativas en la rutina de las personas. Los niños son una de las poblaciones más afectadas por los cambios bruscos en su entorno natural y su rutina.
Acostumbrados a ir a la escuela todos los días y estar rodeados de otros niños, el distanciamiento social y el confinamiento pueden resultar confusos para los pequeños, especialmente si no han recibido información adecuada sobre lo que ocurre.
Una de las consecuencias iniciales es el miedo. Esta emoción se puede apoderar no solo de los niños sino de los padres. Generalmente los adultos, al estar expuestos a la información noticiosa, pueden sentir incertidumbre y temor, no solo por su salud sino por la de sus padres y la de sus hijos.
El miedo es una respuesta natural a un peligro físico o emocional. Es una parte clave en la evolución humana que ha permitido su supervivencia a lo largo de la historia.
Cuando el miedo se vuelve algo persistente y no eventual puede causar efectos en el desarrollo y en el aprendizaje de los menores. Esa fue la conclusión de un estudio realizado en la Universidad de Harvard en Estados Unidos.
Los investigadores encontraron que el miedo constante altera la estructura del cerebro que se encarga de su desarrollo. Las áreas más afectadas son las que llevan a cabo las emociones. “Cuando los niños pequeños experimentan eventos serios de temor, aprenden a asociar ese miedo con el contexto y las condiciones que lo acompañaron. Los niños muy pequeños pueden aprender a tener miedo a través de un proceso llamado ‘condicionamiento del miedo’, que está fuertemente conectado con el desarrollo posterior de trastornos de ansiedad”.
Es decir, un niño que se enfrenta a situaciones de miedo constantes y prolongadas puede desarrollar trastornos de ansiedad a medida que alcanza la pubertad, adolescencia y adultez. Por eso es clave enseñarles a manejar este tipo de emociones.
Entender la situación
Una de las formas de evitar que el miedo paralice a los niños es hablar sobre la fuente de temor. En este caso el covid-19. La mejor forma de lograrlo es con información y preparación apropiada de parte de los padres. Hoy en día hay un sinfín de fuentes de información, por lo que hay que buscar las opciones que sean más fiables y que contribuyan a no aumentar el pánico en la población.
Un ejemplo de información que se puede entregar a los niños y que se puede adaptar según la edad es que el covid-19 es una enfermedad provocada por un virus. Se originó en China a finales del año pasado y ha infectado a muchas personas. Los científicos han logrado identificar que el virus se transmite a través de las gotas de boca y nariz de las personas.
También se puede enfatizar que hay muchas personas que se han enfermado en todo el mundo y que hay quienes no han podido superar la enfermedad. Aquí es importante mencionar que hay formas en las que se puede prevenir el contagio y explicar que
para cuidarse y cuidar a los seres queridos la clave es quedarse en casa.
Según Luis Iriarte, psicólogo clínico de Doctorisy, es importante utilizar la palabra coronavirus pues es un término que escucharán repetidamente durante la emergencia sanitaria.
“Pero hay que explicar en términos entendibles lo que es un virus, porque a veces los niños pueden pensar que se trata de una persona o algún animal y pueden tener ideas equivocadas de quién y cómo puede transmitir esa enfermedad”, apunta el especialista.
Los niños necesitan contención, sobre todo en una situación de conmoción social y estrés general. Ellos deben sentir que tienen el apoyo y el respaldo de sus padres y que ellos los cuidan y los protegen.
La prevención le gana al miedo
Además de contar con información apropiada, se puede aprovechar para enseñar a los niños los mecanismos en los que ellos pueden mantenerse a salvo. Las medidas de higiene son un ejemplo.
El lavado de manos es una actividad que les ayude a sentirse más seguros. Las autoridades han recomendado explicar a los niños que este proceso debe extenderse lo que dura una canción.
Otra forma de enseñar a los niños a estar protegidos es con juegos que les enseñen cómo funciona el contagio y cómo cuidarse. Una opción es utilizar dibujos para colorear. En una hoja grafique una casa. Pida a los chicos que señalen con colores los lugares en donde se pudo quedar el virus después de que una persona entró y no se lavó las manos.
Finalmente hay que considerar que hay casos en los que se necesitará ayuda profesional. Muchos niños pueden ser más sensibles a los cambios y la ayuda de un psicólogo infantil será necesaria para que puedan sobrellevar el encierro.
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