Un entorno positivo evita problemas futuros
Un entorno positivo evita problemas futuros
Desde cómo empiezan los niños el día en las mañanas -la forma que eligen los padres para despertarlos- hasta la manera en la que los profesores interactúan con ellos en las horas de clase es determinante para su desarrollo en el día a día. Esta es la base de lo que se conoce como psicología positiva.
El concepto hace referencia a un estudio científico que parte de las experiencias y rasgos individuales positivos con el fin de mejorar la calidad de vida de la persona y evitar o reducir la posibilidad de desarrollar alguna psicopatología. En este sentido, según explica la psicóloga educativa Ariana Moncayo Sarzosa, se centra también en las fortalezas y virtudes de las personas “permitiendo adquirir una perspectiva más amplia en cuanto al potencial humano”.
La importancia de la psicología positiva en la infancia ha ganado relevancia a raíz de los efectos de la pandemia. Cuenta Cristian Chinachi, psicólogo y director académico de Tomatis Ecuador que, debido a las restricciones por la expansión del virus, notaron que los niños y adolescentes presentaban un deterioro de sus habilidades blandas y de la parte emocional.
En el centro de estimulación neurocerebral que dirige Chinachi, además del método Tomatis, se centran mucho en trabajar con los niños en todo lo que la psicología positiva implica. El especialista señala que han llegado a las instalaciones niños de entre 7 y 8 años que no confían en sus habilidades y fortalezas, lo que desencadena en problemas académicos.
“Tengo estudiantes a los que les digo vamos a leer y que responden que no pueden, no quieren o que no lo van a hacer, es algo que viene arraigado desde casa”, menciona Chinachi. Por esta razón, trabajan de forma integral con los chicos. Esta rama de la psicología, como precisa Moncayo, abarca a las emociones, rasgos e instituciones (familia, centros educativos y el contexto en general) positivos.
El objetivo en la mayoría de los casos y lo que propone la psicología positiva es trabajar en fortalecer la confianza y la seguridad de los chicos, tanto en el ámbito escolar como en casa. Pueden parecer acciones simples pero que, repetidas en el tiempo, llegan a tener grandes efectos.
Para explicar este punto, Chinachi hace referencia a la hora de despertarse por la mañana. Dice que es preferible que los niños inicien el día con palabras de cariño y de una forma agradable a que lo hagan con gritos y bajo presión para alistarse a tiempo.
Según detalla el psicólogo, se trata, de cierta forma, de “reprogramar al cerebro” para que cada persona se atreva a superarse o a ir más allá y que, por ende, puedan convertirse en líderes de acuerdo con sus diferentes capacidades y fortalezas.
El ideal máximo de lo que promueve la psicología positiva es crear para cada niño una comunidad de aprendizaje más amena, en la que puedan sentirse cómodos y plenos, considera el especialista Chinachi. Esto involucra tanto al accionar y al comportamiento de los padres en casa como a los docentes, quienes deben manejar las herramientas adecuadas para lograrlo dentro de sus aulas.
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