Evite que sus hijos sean estigmatizados

El bullying puede generar discriminación y problemas de salud mental. Intervenga a tiempo.
Los niños que sufren acoso pueden desarrollar enfermedades mentales como ansiedad y depresión. Foto: Pixabay

Los niños que sufren acoso pueden desarrollar enfermedades mentales como ansiedad y depresión. Foto: Pixabay

10 de enero de 2020 12:51
Nancy Verdezoto

El bullying es muy frecuente y afecta a grandes y chicos por igual. Es un fenómeno que ha existido desde siempre, pero que recién ha generado una reacción por las consecuencias emocionales y psicológicas que trae.

El acoso en cualquiera de sus formas genera un estigma, que pocas veces es visible hasta que las secuelas son innegables y a veces irreversibles. Cuando se trata de niños, el efecto que esto trae puede ser muy complicado de superar, porque puede generar secuelas a largo plazo a las que no siempre se puede sobreponer.

En encuestas realizadas en escuelas de todo el mundo, la mayoría de niños y adolescentes afirmaron que existe hostigamiento en las escuelas. “El hostigamiento puede transformar en una pesadilla para los niños algo simple como ir a la parada del autobús o al recreo, además de dejar cicatrices emocionales profundas. En situaciones extremas, puede implicar amenazas violentas, daño a la propiedad o lesiones graves”, dice la PhD D’Arcy Lyness, psicóloga de la organización Kids Health.

Muchos niños que son ‘bulleados’ también son estigmatizados porque llevan lentes, porque son buenos estudiantes, porque son inocentes, porque tienen algún problema de aprendizaje o simplemente por ser de otra nacionalidad o clase social y económica.

Muchos de estos niños que sufren acoso pueden ser víctimas de enfermedades mentales, como ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), bulimia, anorexia nerviosa, entre otros, que afectan poco a poco a la imagen que tienen los chicos de ellos mismos y a su autoestima.

Un chico que es diagnosticado con una enfermedad mental puede sufrir discriminación. “La discriminación puede ser evidente y directa, por ejemplo, si alguien hace un comentario negativo sobre la enfermedad mental o sobre el tratamiento. O también puede ser no intencional o sutil, como cuando alguien le evita porque asume que podrías ser inestable, violento o peligroso a causa de su enfermedad mental. Es posible que hasta se juzgue a sí mismo”, explicaron expertos de la Clínica Mayo, Estados Unidos.

Por ello, es importante que ante un caso de hostigamiento se hable sobre el tema con los niños, con las autoridades educativas y con las personas cercanas a los chicos, para contrarrestar los efectos.

Pero si el caso ha avanzado y ha generado sentimientos negativos y daños emocionales, lo mejor es pedir ayuda con especialistas, que lo ayuden a entender la situación, a saber que si alguien lo acosa, no es su culpa sino del agresor; que no debe sentirse avergonzado por ser distinto o actuar de otras maneras.

“Sufrir hostigamiento puede dañar la confianza de un niño. A fin de recuperarla, sugiera a su hijo que pase tiempo con amigos que ejerzan una influencia positiva. Participar en clubes, deportes u otras actividades agradables genera for­taleza y amistades”, recomendó Lyness.

Pero también es fundamental que se fomente la relación entre padres e hijos. La comunicación es un pilar central para proteger a los niños de este tipo de problemas. “Escuche a su hijo en situaciones difíciles, pero también invítelo a que hable sobre las partes buenas del día y escúchelo con la misma atención. Asegúrese que su hijo sabe que cree en él y que hará todo lo que pueda para ocuparse de las situaciones que lo afecten”, señaló la experta.

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