Los hitos del desarrollo del primer mes del bebé
Los hitos del desarrollo del primer mes del bebé

Aunque sea casi imperceptible, durante el primer mes de vida los bebés crecen mucho y experimentan varios cambios. Para los padres parecería que los niños comen, duermen mucho, lloran y ensucian los pañales. Pero en realidad su desarrollo ocurre a una gran velocidad.
Según Healthy Children, para el final del primer mes de vida el bebé estará más alerta y receptivo. También empezará a mover su cuerpo de forma más suave, con más coordinación. Los padres también podrán notar que escucha cuando le hablan, observa a sus padres mientras lo sostienen y se mueve para responder o para llamar la atención. La Academia Americana de Pediatría estableció algunos hitos en el desarrollo que pueden guiar a los padres para monitorear el correcto crecimiento de los bebés.
Hitos de movimiento:
Los bebés hacen movimientos bruscos y temblorosos de los brazos. También lleva las manos al alcance de los ojos y la boca, mueve la cabeza de lado a lado mientras está acostado boca abajo, su cabeza cae hacia atrás si no tiene soporte, mantiene las manos en puños apretados y tiene reflejos fuertes
Hitos del área visual y auditiva
Los niños pueden enfocar hasta 30 centímetros de distancia, sus ojos se mueven, prefieren patrones de color con alto contraste como blanco y negro, prefiere los rostros humanos a cualquier otra figura, la audición está bien desarrollada, reconoce algunos sonidos, puede girar su cuerpo o su cabeza hacia sonidos y voces familiares.
Hitos del olfato y el tacto
Prefieren los olores dulces, evita los olores amargos y ácidos. También reconoce el olor de la leche de su madre, busca y prefiere tocar cosas suaves y no disfruta el manejo brusco.
Señales de alerta
Los especialistas recomiendan a los padres estar pendientes si identifican que entre la segunda, tercera y cuarta semana de vida del bebé se presentan retrasos en su desarrollo como problemas para succionar la leche o si tarda mucho en comer. También si no parpadea cuando ve una luz brillante, si no enfoca o no sigue objetos que se mueven de lado a lado, si no mueve sus brazos y piernas, si su mandíbula inferior tiembla constantemente aunque no esté llorando y si no responde a sonidos fuertes. Si se presenta alguna de estas condiciones es indispensable acudir al pediatra.
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