Los hitos del desarrollo del tercer mes de vida del bebé
Los hitos del desarrollo del tercer mes de vida del bebé

Durante los primeros meses de vida, los bebés adquieren nuevas habilidades y destrezas. Su cuerpo crece y se desarrolla y lo mismo ocurre con su mente. Para el tercer mes de edad, los padres notarán que sus hijos están más despiertos y que reaccionan más a los estímulos.
Para el tercer mes los niños han atravesado una transformación completa en la que habrán perdido muchos de sus reflejos de recién nacidos y habrán adquirido un control más voluntario de su cuerpo. Ahora los bebés empiezan a explorar más lo que pueden hacer con su cuerpo. A continuación presentamos los hitos principales del desarrollo del tercer mes de vida con base a los estudios de la organización Healthy Children.
Hitos del movimiento
Los bebés aprenden a levantar su cabeza y su cuerpo cuando están acostados sobre su abdomen. Además logran sostener su torso al estar en esa posición. Los niños también estiran sus piernas y patean cuando están acostados boca arriba y boca abajo. Por otro lado, pueden abrir y cerrar sus manos, empujan las piernas hacia abajo, se llevan las manos a la boca.
Hitos visuales y auditivos
Pueden observar los rostros con atención y siguen objetos en movimiento. También reconocen objetos familiares y a ciertas personas a la distancia. Empiezan a usar las manos y los ojos de forma coordinada y sonríen cuando escuchan la voz de sus padres. Mamá y papá también podrán ver que hace intentos por balbucear e imitar algunos sonidos.
Hitos sociales y emocionales
Empiezan a desarrollar una sonrisa social, juegan con otras personas y lloran cuando se detiene el juego. Son más comunicativos con su rostro y su cuerpo. También empieza a imitar algunos movimientos y expresiones faciales.
Señales de alerta
Los bebés se desarrollan a tiempos distintos y pueden alcanzar algunos hitos antes o después de cierta edad. Esto no necesariamente implica un problema médico, pero los especialistas recomiendan mantenerse alerta a ciertas señales que pueden indicar algún problema.
Algunos de ellos son no responder a sonidos fuertes, no reconocer sus manos, no sonreír al escuchar la voz de la madre, no seguir los objetos en movimiento, no agarrar o sostener objetos, no sostener su cabeza, no balbucear, no llevarse objetos o sus manos a la boca, no empujan sus piernas hacia abajo, tienen problemas para mover uno o ambos ojos en todas las direcciones, cruza los ojos la mayoría del tiempo, no presta atención a caras nuevas. Si se identifica alguno de estos comportamientos se debe acudir al médico pediatra para una evaluación.
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