El mindfulness ayuda a los niños a regularse

Esta práctica, que se enfoca en la atención plena, tiene múltiples beneficios para los más pequeños del hogar. Se recomienda empezar a partir de los 3 años.
El mindfulness en familia puede convertirse en un momento de conexión con los hijos. Se empieza con pocos minutos al día. Foto: Pexels

El mindfulness en familia puede convertirse en un momento de conexión con los hijos. Se empieza con pocos minutos al día. Foto: Pexels

19 de septiembre de 2022 06:20
Gabriela Balarezo

Son distintos los estudios que plantean que la ansiedad y el estrés ya no solo son problemas de adultos. Cada vez más niños y adolescentes se ven afectados por estas situaciones cuando no deberían.

Aunque el mindfulness, una práctica que se ha popularizado en los últimos años, puede implentarse en el día a día independientemente de que el niño tenga este tipo de problemas o no. El objetivo principal es que quienes lo incorporen a su vida puedan fijar la atención en el momento presente, explica Marianela Boza, profesora de yoga y mindfulness para niños y familias.

Cuando tratan con los más pequeños de la casa los instructores de mindfulness se apoyan en elementos concretos. Pueden ser partes del cuerpo, como las manos, o una esfera.

La idea es que los niños y niñas fijen su atención en ellos mientras respiran.
La respiración, clave en esta práctica de meditación, es por donde se empieza con los pequeños. Se les enseña a ser conscientes de su respiración y de los latidos de su corazón, en general, de cómo está su cuerpo, precisa la experta. Esto para que posteriormente puedan identificar sus sentimientos.

El mindfulness permite a los niños, además, entrenar su mente para poder fijar su atención en una sola cosa, según Boza. Ella sugiere que empiecen, como práctica formal de meditación, a partir de los 3 años.

La recomendación es que por cada año del niño se realice un minuto de meditación. En el caso de los que apenas empiezan “se arranca desde muy poquito tiempo” y se van sumando minutos.

Boza señala que esta disciplina les ayuda mucho a ser conscientes de cómo se encuentran y, por ende, a la autorregulación emocional. “Si saben lo que están sintiendo pueden comunicarlo y expresarlo.

A su vez, el pediatra Patricio Ruiz -en un artículo médico- asegura que “las intervenciones basadas en mindfulness pueden mejorar la salud (física y mental) y el bienestar de los niños y que participan en ellas”.

Los beneficios, según Ruiz, van más allá. Practicar este tipo de meditación ayuda a reducir el estrés, ansiedad, síntomas de depresión, la reactividad y los problemas de conducta. Asimismo, disminuyen la tendencia a distraerse y mejoran la atención y la memoria.

La atención plena en el momento presente que adquieren promueve la empatía y ayuda en la construcción de su autoestima, el sueño e incluso el rendimiento académico.

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