Las vacaciones siempre han sido el espacio ideal para practicar deportes o disfrutar con los amigos. Sin embargo, ahora esas posibilidades se han reducido significativamente, sobre todo para los niños más pequeños por las restricciones a causa de la pandemia.

El estrés del encierro puede provocar  ansiedad en los niños, sobre todo porque son las primeras vacaciones en que los pequeños deben pasar encerrados en casa, sin la posibilidad de salir de viaje como normalmente lo hubieran hecho en el verano. Por ello es importante ayudarles a calmar esas emociones negativas a través de actividades que les permitan canalizar sus miedos. La práctica de yoga puede ser una buena alternativa para los pequeños y más si se lo practica en familia.

David Anderson, PhD, psicólogo clínico en el Child Mind Institute, recomienda buscar maneras de “volver a los 80”, antes de que hubiera distintos dispositivos electrónicos. “He pedido a los padres que piensen en sus actividades favoritas en el campamento de verano o en casa. A menudo generan listas de actividades artísticas y artesanales, proyectos científicos, juegos imaginarios o de mesa, proyectos domésticos, etc.”, que pueden ayudarles a sobrellevar mejor la situación.

Esto ha obligado a que muchos opten por cursos vacacionales on-line, en donde los chicos pueden aprender algo sin correr el riesgo de contagiarse de coronavirus. Pero para otros esta no es una alternativa, porque sus niños son muy pequeños o porque necesitan otro tipo de interacción.

Lo importante es que los niños puedan aprovechar el tiempo al máximo y no lo desperdicien viendo televisión o con videojuegos. Ahora se pueden encontrar talleres en Internet que les permita desarrollar nuevas destrezas, como aprender un nuevo idioma o a tocar un nuevo instrumento musical. Hacerlo no es complicado y se adapta a las exigencias de la virtualidad actual.

Así, por ejemplo, en la web se pueden encontrar un sinnúmero de cursos y de videos explicativos para seguir una partitura, incluso muchos son gratuitos. Estos son fáciles de seguir y pueden ayudar a un niño a aprender desde cero.

Otra alternativa es ayudar a los niños a mejorar sus destrezas manuales. A los 5 años es cuando se fortalece la motricidad fina, que es un elemento básico del aprendizaje de los niños. Promueve el desarrollo eficiente de algunos procesos cognitivos y es especialmente importante en el aprendizaje de la lectura y escritura, procesos relacionados con la coordinación. Ayudar a mejorar estas capacidades puede garantizar el éxito de un buen aprendizaje en los pequeños.

Cuando son pequeños es fundamental que los niños aprendan a usar herramientas básicas como tijeras, lápices, pinturas, bloques, legos... Si durante las vacaciones se les enseña a los niños a hacer manualidades, no solo se divertirán sino que también mejorarán sus habilidades manuales.

También se puede enseñar a los chicos a modelar con arcilla. Este material es parecido a la plastilina y permite hacer toda clase de figuras, esculturas, muñecos, joyas y artículos decorativos. Además, solo endurece cuando se hornea.

Otra actividad que los niños pueden aprender y disfrutar en vacaciones, y que tendrá beneficios para el hogar, es la costura. Esta es una afición que permite relajarse y evadirse de todo. Hay cientos de tutoriales en YouTube con los que se puede aprender a coser, a hacer patrones, a tomar medidas o a conocer el tipo de materiales que utilizar, desde lo más sencillo hasta lo más creativo. Esta es una alternativa para los chicos más grandes.