¿Por qué los niños no escuchan el 'no'?

Muchos padres tienen problemas para hacer que los niños les escuchen
La negación es difícil de comprender para los pequeños, porque su cerebro no lo procesa.

La negación es difícil de comprender para los pequeños, porque su cerebro no lo procesa.

22 de junio de 2020 17:06
Gabriela Castellanos

Mientras los niños exploran su entorno sus padres hacen lo posible por cuidarlos y protegerlos mientras los educan. Por eso no es de extrañarse que una de las palabras más escuchadas dentro de casa sea 'no'. Si bien este término sirve para establecer ciertos límites y normas pero cuando los padres se sienten sobrepasados pueden empezar a abusar del 'no' y terminan causando el efecto indeseado: que los chicos no escuchen ni hagan caso a esta palabra.

En el libro 'Disciplina positiva: Los tres primeros años', se explica que los niños menores de tres años no entienden el 'no' de la forma que los padres creen que lo hacen. "El entendimiento completo del 'no' no ocurre mágicamente cuando el niño cumple tres años. Es un proceso de desarrollo", señala. El texto explica que esta palabra es un concepto abstracto que se opone directamente a la necesidad de desarrollo que tienen los niños al explorar el mundo y formar su sentido de independencia e iniciativa propia.

En el primer año los niños inician una fase de hacerlo por ellos mismos. Es cuando aparece su sentido de autonomía, duda y vergüenza. Luego entre los dos y los seis años se desarrolla el sentido de iniciativa vs. culpa. Explorar y aventurarse está en su ADN y por eso no logran entender cuando los adultos les piden que vayan en contra de su naturaleza.

Según la publicación, los niños se enfrentan al dilema de obedecer a sus padres o seguir su instinto natural y biológico de desarrollar independencia e iniciativa propia al explorar y experimentar el mundo. En muchos casos irán por su independencia y sus ganas de aprender de su entorno.

Sin embargo, esto no implica que se debe permitir que los niños hagan todo lo que desean. También es importante que los padres establezcan límites y los mantengan seguros. La clave está en el lenguaje que se utiliza.

"Los humanos estamos diseñados para escuchar la estructura de una oración. Al estudiar lingüística se ha encontrado que las personas no escuchan lo que se dice, se escucha la intención", explica Kara Carrero, especialista en crianza infantil. "A veces escuchamos la primera parte de una oración, casi siempre escuchamos el final y muy rara vez escuchamos la mitad, a menos que tengamos nuestra atención completa en la persona que nos está hablando", agrega.

Los niños casi nunca dan su atención completa cuando sus padres les están hablando, por ello pueden pasar por alto algunas palabras. Si no siempre van a escuchar el 'no' al inicio de la oración. Lo mejor será cambiar la forma en la que se expresan las oraciones.

En lugar de decir "No puedes salir a jugar ahora" se puede decir "Saldrás a jugar cuando termines las tareas". Tampoco quiere decir que se deba eliminar el término por completo del vocabulario familiar. Se debe utilizar de forma puntual cuando exista peligro real para el niño o niña y de vez en cuando como negativa para que los chicos aprendan a tolerar la frustración.

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