La cuarentena que atravesamos ha provocado un cambio en la manera de relacionarnos y cómo vivimos el día a día.

La mayoría de adultos pasa sus días trabajando y organizando las tareas del hogar. Además, ayudan a sus hijos en sus tareas y sus clases. Pero los niños terminan las lecciones diarias y su día se torna distinto: ya no pueden salir a jugar, no ven a sus amigos y no pueden ir al parque.

Esta nueva realidad les ha afectado y, aunque muchos padres están preocupados por el tiempo que ahora los niños deben pasar conectados a una pantalla, hoy es más necesario que nunca que las usen.

No solo por el tema educativo, sino también por la socialización y la convivencia diaria para los pequeños.

Un estudio realizado por la Universidad de Monash, en Australia, señaló que los niños que juegan juntos aprenden unos de otros. Este aprendizaje va más allá de las habilidades de interacción social, como aprender a compartir, tomar turnos para jugar o hablar o respetar las opiniones de los demás.

Además, determinó que los niños forman conexiones afectivas, a través del juego como la empatía, la colaboración, la negociación y la solidaridad. Se ayudan también a desarrollar habilidades académicas, como el pensamiento matemático y el desarrollo del lenguaje.

Los niños necesitan un ambiente educativo de apoyo, sea en casa o en la escuela, que le permita establecer conexiones con sus pares. “Para los niños, mantener sus amistadas es fundamental, porque necesitan establecer conexiones que les genere estabilidad emocional y seguridad”, señaló la docente de Monash e investigadora Megan Adams.

Muchos padres han entendido que es fundamental que los chicos puedan seguir en contacto con sus amigos y compañeros; sobre todo los más pequeños, que aún no tienen un celular o una tableta asignada para su uso permanente. Ahora se organizan citas de juego virtuales, en donde los pequeños pueden divertirse un momento, verse o simplemente conversar de sus días.

A través de videollamadas se están acortando las distancias que separan a familias y amigos y se procura mantener el contacto con ellos. Es beneficioso que los niños vean y hablen con sus seres queridos y también con sus amigos. De esta manera, la ilusión por el futuro reencuentro y la felicidad de hablar con ellos aportarán beneficios para los pequeños de la casa.

Estas conexiones se pueden mantener una vez a la semana o cada dos semanas. De esta forma, los chicos tienen un espacio para socializar más allá de las clases, en donde tienen normas y no pueden compartir con sus compañeros. Los niños entre 5 y 10 años deben estar acompañados de sus padres siempre, y desde los 11 la guía debe ser cercana pero no excesiva, porque esto podría tener consecuencias negativas y los adolescentes sentir que no se respeta su espacio y su privacidad.

Sin embargo, es importante que existan medidas preventivas para evitar que los niños sean víctimas también de algún abuso en línea. La Unicef alertó que “la pandemia del coronavirus ha provocado un incremento preocupante del tiempo de exposición en pantalla”.

Más de 1,5 billones de niños y adolescentes han sido afectada por el cierre de las escuelas en todo el mundo. Muchos de esos estudiantes ahora socializan y estudian de forma virtual. “El pasar más tiempo en las plataformas virtuales, puede dejar a los niños vulnerables a explotación sexual ‘online’ y a depredadores que puedan buscar aprovecharse de la pandemia del covid-19”, señaló Howard Taylor, director de la agencia Terminar con la Violencia Infantil.

La falta de contacto cara a cara con sus amigos puede aumentar el riesgo de enviar y recibir imágenes sexualizadas, ser víctimas de violencia e incluso de ciberbullying.
Por ello es fundamental que los padres acompañen a los chicos en el uso de la Internet. No prohibir a los niños que tengan contacto con sus amigos, sino que este se haga bajo la supervisión de sus padres.

Muchas plataformas como Zoom están de moda para hacer reuniones virtuales; sin embargo, sus medidas de seguridad son muy bajas. Hay reportes de ataques de ‘hackers’ que aprovechan las reuniones virtuales para difundir pornografía y también para robar información de los usuarios.

Como padres debemos estar atentos a cada interacción que tienen los niños. Hasta que podamos volver a la normalidad, es fundamental que los niños no se sientan tan encerrados ni cortados en su libertad para acercarse a sus amigos.

Tengamos empatía con los niños y busquemos la manera de fortalecer los lazos. Ayudémoslos a ellos y también vigilemos su desarrollo. Ser familia es apoyar a los niños en los momentos más duros.