La pronunciación es un proceso complejo

Cada niño adquiere los diferentes fonemas a su ritmo pero hay ciertos
parámetros que los padres pueden tener en cuenta para detectar posibles retrasos.
Ante cualquier sospecha de problemas de pronunciación, sobre todo pasados los 6 años, hay que acudir a un profesional. Foto: Freepik

Ante cualquier sospecha de problemas de pronunciación, sobre todo pasados los 6 años, hay que acudir a un profesional. Foto: Freepik

31 de octubre de 2022 08:05
Gabriela Balarezo

El desarrollo del lenguaje es algo que los adultos, en la mayoría de ocasiones, damos por hecho. Pero en realidad es un proceso muy complejo que sucede en los primeros años de vida. Únicamente cuando el niño tiene algún problema, ya sea de pronunciación o de habla, es cuando los padres entienden la dimensión que tiene este aprendizaje.

Ximena Carreto, terapeuta del lenguaje y del aprendizaje, cuenta que los bebés dicen sus primeras palabras alrededor de los 12 meses. Pero, aclara, que “no aparecen mágicamente”. Detrás ya ha habido un trabajo previo de balbuceo canónico, dice la experta.

Este balbuceo de sílabas diferenciadas (como papá, mamá, teta, etc.) ocurre entre los 6 y 12 meses, indica la terapeuta del lenguaje y del habla Zuleika Quiñónez. Con la retroalimentación de los cuidadores se va nutriendo el vocabulario de palabras y el uso de fonemas.

En lo que se refiere a la pronunciación, Carreto detalla que las unidades básicas se conocen como fonemas (son los sonidos del habla). “El proceso de aprendizaje fonológico se da en los primeros años de vida” y está relacionado directamente con el desarrollo del lenguaje.

A los 12 meses, según Carreto, los pequeños ya pronuncian algunas consonantes y, sobre todo, las vocales. Entre estas últimas las más comunes son la a y la o, porque tienen una facilidad articulatoria. A los 18 meses el repertorio de fonemas crece aún más y a los 2 años deben distinguirse todas las vocales en las emisiones de palabras y ciertos balbuceos.

La adquisición de fonemas es un proceso personal, en el que cada niño tiene su ritmo, pero hay que tener en cuenta, alerta Quiñónez, que sucede entre los 0 y 6 años. Aunque cada pequeño es un mundo hay ciertos plazos o parámetros que pueden guiar a los padres.

Así, según Fundación Caixa Rural, hasta los 3 años deben estar consolidados los siguientes fonemas: /m, n, ñ, p, b, f, y, l, t/. Hasta los 4 años los niños deberían poder pronunciar sin mayor problemas estos otros: /g, x, k, d, s, ie, bl, pl, fl/. Asimismo, a los 5 años los fonemas /r, kl, gl, tl, au, ei, br, pr, fr/ ya deberían estar adquiridos y a los 6 años los más complejos de pronunciar como son /gr, cr, dr, tr, r vibrante/. 

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