Proteger a las niñas y mujeres de la violencia

La educación es el principal camino para reducir las brechas y el maltrato a las niñas. El trabajo es de todos.
Las niñas tienen derecho a crecer en un ambiente de paz, lejos de la violencia.

Las niñas tienen derecho a crecer en un ambiente de paz, lejos de la violencia.

12 de marzo de 2021 08:54
Nancy Verdezoto

La violencia se ha potenciado durante la pandemia. De acuerdo con datos de la Unicef, desde que se inició la crisis sanitaria la violencia física contra los niños y niñas creció en un 55% y la psicológica, en un 48% en América Latina.

Estos datos revelan la difícil situación que atraviesan los pequeños, y se suman los problemas emocionales y de estrés a causa del miedo por los efectos del coronavirus.Asimismo, un informe de Human Rights Watch determinó que en los últimos seis años 4 221 niños, niñas y adolescentes fueron víctimas de violencia sexual en las aulas. La mayoría de casos nunca llegó a la justicia por temor.

A esto se suma el reciente caso de violaciones sistemáticas a niñas en Puerto Quito, en donde los violadores eran familiares y conocidos. “Es clave seguir uniendo esfuerzos desde todos los sectores de la sociedad y del Estado para prevenir la violencia contra niñas, niños y adolescentes y llegar a quienes atraviesan situaciones de vulnerabilidad y no pueden acceder fácilmente a información o servicios de atención”, señaló la Unicef.
Esto implica mejorar la situación de social de los menores, sobre todo de las niñas. El primer paso es garantizar el acceso a la educación y a la salud, que son derechos humanos fundamentales.

Según Catalina Vaca, líder de Programas de Plan Internacional, la educación es el camino básico para mejorar las condiciones de vida de las mujeres. “Cuando estamos en la escuela se fomenta el pensamiento lógico. El hecho de terminar el colegio y graduarte de bachiller ya es un paso muy importante, porque puedes acceder a cierto tipo de trabajo y recibir al menos el sueldo básico, pero entrar a la universidad te da mayores ventajas, aumenta la autoestima y elimina la dependencia económica de la pareja”, ex­­plicó Vaca.

En ese sentido, es necesario fomentar el acceso a la educación, pero sobre todo evitar la deserción estudiantil. Muchas veces, esta se produce porque las chicas quedan embarazadas y ya deben ocuparse de criar a sus hijos.

Unicef señaló que las mujeres que fueron madres en la adolescencia están en desventaja frente a quienes postergaron su maternidad hasta la edad adulta. “Quienes no fueron madres en la adolescencia tienen 6% más probabilidad de terminar la educación primaria y secundaria y 11% más de llegar al nivel de educación superior”. De allí que es necesario fortalecer el trabajo en las familia.

Por ello, Plan Internacional inició una campaña para pagar los estudios de mujeres que están en la universidad o de aquellas que quieren ingresar a estudiar el tercer nivel. Estas becas son pagadas en convenio con Yanbal. Un porcentaje de la venta de un producto será destinado a cubrir estas becas educativas.

Este convenio permitirá que más mujeres puedan acceder a educación superior y sobre todo a terminarla. Sin embargo, es vital el apoyo que se pueda dar como comunidad a estas mujeres, para que sepan que no existen límites cuando se trata de cumplir los sueños.

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