Las regresiones son frecuentes en los niños durante épocas de crisis

El covid-19 puede alterar el desarrollo normal de los hijos debido al confinamiento
Los niños asumen esta situación de formas distintas y necesitan mucho apoyo.

Los niños asumen esta situación de formas distintas y necesitan mucho apoyo.

15 de abril de 2020 17:55
Gabriela Castellanos

El estrés y la ansiedad a la que están sometidos los niños hoy en día los afecta independientemente de su edad. Un nuevo estudio asegura que en tiempos de covid-19 los pequeños pueden sufrir regresiones en su desarrollo.

"Madison solía ser una niña que dormía bien. En las últimas semanas, a medida que el aislamiento social por el coronavirus se mantiene, su hora de dormir se ha deteriorado. Empezó con Madison insistiendo en que me quede con ella hasta que se duerma. Ahora insiste en dormir en nuestra cama toda la noche". Este es uno de los testimonios que se relatan en el estudio publicado en la revista Psychology Today.

Otro caso muestra las dificultades en los niños pequeños. "Marcus ya había aprendido a ir al baño, lo hacía desde hace dos meses. Desde que su escuela cerró y todos estamos en casa juntos, todo el día, él volvió al punto en que insiste en usar pañales todo el tiempo. De repente parece completamente desinteresado en ir al baño", relata la madre de un niño de tres años.

Las regresiones son normales en los niños y pueden ocurrir como una reacción a situaciones de estrés. Esto puede ocurrir incluso en los adultos, según la investigación.

"Nuestra energía psíquica se ha desviado de las funciones cerebrales de nivel superior a únicamente tratar de hacer frente día a día. Pocas personas que conozco dirían que están en su mejor momento", dice Claire Lerner, psicóloga infantil a cargo del estudio. "Al igual que muchos de nosotros estamos teniendo dificultades para gestionar las tareas y los desafíos cotidianos, también lo están nuestros hijos. Esto puede dar lugar a comportamientos más desafiantes y la regresión a niveles menos maduros de funcionamiento", agrega.

Por ello es posible que los padres noten cambios en sus hijos como que se frustran más fácilmente, se vuelven más dependientes, tienen accidentes relacionados al uso del baño, problemas para dormir y alteraciones en sus patrones de alimentación.

Frente a esta situación, la especialista recomienda evitar criticar a los niños y acusarlos de tener 'comportamientos de bebé'. Esto pude afectar aún más su seguridad y puede llevar a conductas para llamar la atención de los adultos. Al contrario, la sugerencia es ser comprensivo con la experiencia de los niños y su estado emocional.

"Hay que validar sus emociones y ser empáticos. Reconocer que el mundo ha cambiado y que esos cambios pueden ser difíciles. Hay que explicarles que todos estamos tratando de ajustarnos a esta nueva realidad y que estamos ahí para ellos", dice Lerner. También hay que buscar que los niños mantengan sus rutinas, que se alimenten bien, que jueguen y socialicen con sus hermanos o con sus padres para que no pierdan esas habilidades.

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