¿Cómo sobrevivir a la adolescencia de los hijos?

Escuche a los jóvenes y entienda que están atravesando por un proceso que no es fácil y que requiere de mucho apoyo
Para los padres se vuelve doloroso no ser parte de las decisiones de los hijos y sienten que ellos ya no los toman en cuenta para actuar. Foto: Freepik

Para los padres se vuelve doloroso no ser parte de las decisiones de los hijos y sienten que ellos ya no los toman en cuenta para actuar. Foto: Freepik

17 de enero de 2020 12:20
Nancy Verdezoto

La adolescencia es una etapa compleja. Para muchos es incomprendida y para otros, llena de conflictos.  Sin embargo, es una etapa por la que todos los seres humanos atravesamos. No está claro cuándo empieza este período porque todo el mundo es diferente, hay niños que pasan por este cambio muy pronto y niños que lo hacen más tarde, por lo que no existe una edad puntual para empezar la adolescencia. Además, no se debe confundir con la pubertad.

Lo que los padres deben entender es que la pubertad es la etapa en que se desarrollan las características sexuales adultas: los senos, el período menstrual, el vello púbico y la barba. Estos cambios físicos se dan entre los 8 y los 14 años, aproximadamente. Pero además de eso, hay un mundo de cambios emocionales y de carácter que no se evidencian claramente y que implican la llegada de la adolescencia.

Así, una de estas modificaciones del comportamiento es cuando los niños modifican drásticamente la forma de relacionarse con sus padres. Empiezan a separarse de mamá y papá y a ser más independientes en sus acciones.

Al mismo tiempo, muchos chicos buscan ser aceptados por los niños de su edad e intentan desesperadamente encajar en el grupo y ser aceptados. Sus amigos se vuelven mucho más importantes en comparación con sus padres a la hora de tomar decisiones.

Entonces surgen algunos conflictos en el hogar. Para los padres se vuelve doloroso no ser parte de las decisiones de los hijos y sienten que ellos ya no los toman en cuenta para actuar. Desconocen lo que sucede en sus vidas y esto les genera ansiedad.

adolescentes. Foto: Freepik

Para los padres se trata de un tema de rebeldía, de no querer acatar las reglas del hogar y de no valorar la idea de familia que se ha construido hasta el momento.
No obstante, para los chicos la meta es lograr la independencia y si esto exige discrepar con sus padres y no querer pasar tanto tiempo con ellos como antes, pues así será.

A medida que van madurando, los adolescentes empiezan a pensar de un modo más abstracto y racional. Se están formando su propio código ético, su propia escala de valores. Y los padres es posible que constaten que sus hijos, que antes tendían a conformarse para complacerles, de repente, empiezan a autoafirmarse con fuerza y a rebelarse contra el control paterno.

Es entonces cuando deberíamos analizar qué tipo de padres somos, explicaron los psicólogos de la organización Kids Health. Si somos controladores o no dejamos espacio para que ellos puedan desarrollarse y encontrar sus propias respuestas, es probable que alejemos a los chicos.

Lo importante es utilizar esta transición hacia la adultez, como el momento para crecer, para cuestionar y empezar a formar sus criterios sin ser juzgados sino con conciencia de las consecuencias de cada acción. Esta es una etapa que pasará y depende de los padres hacer que no sea tan traumática ni complicada.

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