La pitahaya: versátil y sutil para la cocina

Chefs muestran las aplicaciones culinarias que tiene esta fruta nativa de América.
Se adapta tanto para platillos de sal como de dulce y para todo gusto.
Pitahaya con pollo, receta elaborada en el Culinary Art's School. Foto: Diego Pallero/ Familia

Pollo al estilo italiano combinado con tortillas de maíz. Para la guarnición se corta la pitahaya y se sella en una sartén de teflón para que los jugos se queden adentro. Lleva legumbres. Foto: Diego Pallero/ Familia

15 de agosto de 2018 18:39
Ana Belén Veintimilla

La pitahaya es una fruta que llama la atención por sus colores fuertes (entre el amarillo y el rojo) y su corteza (que tiene brotes le han dado a conocer como la fruta del dragón). La fruta, que se cultiva en el país, se exporta a Europa, Asia, Canadá y EE.UU.

Aunque comerla fresca permite apreciar sus cualidades organolépticas, la pitahaya aporta sabor y textura en los platillos. Su tono ácido y ligeramente dulce es tan sutil que requiere una combinación de ingredientes que realce sus aromas.
El chef Miguel Burneo, docente de la Universidad de las Américas, explica que la fruta resalta con alimentos cítricos y azúcares, como en un cebiche de pescado, en el que se aprovecha hasta la cáscara para servir el platillo.
El chef Paúl Escudero, docente del Culinary Art’s School (CAS), coincide en la combinación de pitahaya con mariscos. Para él, la fruta fresca cortada en cubos se realza con camarón salteado en una ensalada de rúcula y aderezo de remolacha. La fruta fría contrasta con el camarón caliente.

Cebiche con pitahaya elaborada por el chef de la UDLA.

Pescado curtido en sal y limón, se añade la pitahaya fresca, pimiento, tomate y cilantro. Para bajar la acidez del limón, se añade un poco de agua a la mezcla. Foto: Vicente Costales/ Familia.

La pitahaya se adapta también a los cárnicos, combina como una guarnición de medallones de pollo o en una salsa para cerdo. Burneo usa la pitahaya madura y amarilla para un puré, similar al chutney, que se combina con cebollas caramelizadas y vino blanco para esparcir sobre el cerdo sellado.
Para los postres, los bizcochos o las frutas permiten exaltar el dulce de la pitahaya. En helado, la pitahaya deja ver la textura crocante de sus semillas en cada bocado. Burneo la combina con helado de guanábana para lograr un contraste exótico en el paladar.
Romel Valencia, estudiante del CAS, apuesta por la acidez de la fruta para un postre en esfera. Sugiere añadirla en el bizcocho antes de cocinarlo para acentuar su sabor con una crema de frutos rojos.
Así, la pitahaya es versátil en sal y dulce, caliente o fría.

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