Ansiedad con alta funcionalidad, un trastorno silencioso

La ansiedad no siempre es incapacitante, pero siempre necesita tratamiento
La ansiedad es un problema de salud mental que afecta a muchas personas a escala mundial.

La ansiedad es un problema de salud mental que afecta a muchas personas a escala mundial.

24 de agosto de 2020 16:00
Gabriela Castellanos

Aunque no se reconoce como un trastorno mental de forma oficial, la ansiedad con alta funcionalidad es un término de uso común para muchos psicólogos y psiquiatras. Quienes la padecen sufren los efectos de la ansiedad mientras logran funcionar adecuadamente en muchos aspectos de su vida. Es decir, la ansiedad no les resulta completamente incapacitante, pero sí les provoca algunos problemas.

Según el instituto Very Well Mind, las personas que sufren de ansiedad con alta funcionalidad sienten que la ansiedad les provoca moverse y no quedarse paralizados. Por fuera pueden ser personas que aparentan tener todo bajo control, pero en el interior se sienten de otra forma. Pueden tener pensamientos acelerados, cuerpos inquietos y sentir que nunca hacen lo suficiente.

Hay algunas características positivas que suelen asociarse a las personas con ansiedad con alta funcionalidad. Ser extrovertido, puntual, proactivo, organizado, enfocado en los detalles, ordenado y limpio, activo, listo para ayudar, calmado, apasionado, fiel y con éxito son algunas de ellas.

Por otro lado, las características negativas que se asocian a este trastorno suelen incluir la necesidad de complacer a los demás, hablar mucho por nervios, jugar con el pelo, morderse los labios, necesitan hacer cosas de forma repetitiva como contar las escaleras o mecerse de atrás hacia adelante, pensar demasiado las cosas, llegar muy temprano a citas, necesitan reafirmarse todo el tiempo, procastinación, evitan el contacto visual, se enfocan en lo que podría pasar en el futuro, tienen problemas para decir no, problemas para dormir, una mente muy acelerada, problemas para mostrar emociones, vida social limitada, dificultad para relajarse, se sienten intimidados, tienen cansancio mental y físico constante, tendencia a compararse con el resto, entre otros.

Según el centro Bridgestone Recovery, las personas con este trastorno no responden a circunstancias externas, sino a temores internos que pueden estar causados por experiencias pasadas o por ciertos rasgos de la personalidad. Estos son considerados factores de riesgo e incluyen timidez en la infancia, padres demasiado exigentes y críticos, abuso infantil, exposición a eventos traumáticos, historial de ansiedad en la familia, historial de depresión, trabajos muy estresantes y problemas legales y financieros.

El tratamiento para las personas con este trastorno incluye terapia psicológica para que las personas adquieran habilidades para manejar la ansiedad. Meditación, yoga, Tai Chi, arteterapia son algunas de las opciones. Además, en ciertos casos, se puede recomendar el uso de medicación. Lo importante, aseguran los especialistas, es tratar el problema a tiempo, pues hay un riesgo de desarrollar otras complicaciones como depresión y abuso de sustancias.

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