La leche materna es el alimento más completo que se les puede ofrecer a los bebés. Es indispensable que se nutran de esa manera hasta que cumplan los seis meses, pero hay recién nacidos que rechazan el seno.

La pediatra María José Ramadán indica que esto puede deberse al estrés y la presión que sienten las madres por amamantar a los bebés, sobre todo las que son primerizas. Hay niños y niñas que lactan con fuerza y facilidad, pero existen otros recién nacidos a quienes les cuesta un poco más.

A medida que pasan los días más una adecuada técnica de lactancia, el niño ganará peso, su sistema nervioso se desarrollará y la lactancia se dará con mayor soltura.

Arelí Yánez tiene un bebé de seis meses. Cuando el pequeño nació, no se alimentó con el pecho de su madre. Ella no entendía la técnica correcta de lactancia y estaba nerviosa.

Así que los médicos ordenaron que el bebé tomara leche de fórmula. Es fundamental que la madre mantenga la tranquilidad para transmitirle este sentir al bebé en el caso de que rechace el seno materno porque sí hay alternativas de alimentación para el pequeño.

La lactancia materna debe ser un momento respetado, de intimidad entre el bebé y su madre, apoyados por el padre, y, de ser el caso, por la abuela, hermanas, o incluso asesoras de lactancia, explica Ramadán.

Cuando el hijo de Arelí Yánez alcanzó el mes de vida, la pediatra le indicó la técnica de lactancia correcta. Desde ese momento, el bebé ya pudo succionar de manera adecuada el seno para tomar la leche.

Es importante mantener una buena comunicación con el pediatra para que guíe y acompañe en este proceso de aprendizaje para la madre y también para el bebé. El rechazo del pecho también puede deberse a que el bebé no está obteniendo la cantidad de leche suficiente.
Los niños se frustran por ello. Además puede pasar que la madre tenga sobreproducción de leche, lo que ocasiona que esta salga más rápido y el bebé se atragante con ella.

Otros factores de rechazo son si tiene la boca inflamada, le están saliendo los dientes o tiene gases. Los recién nacidos son muy sensibles y el que no puedan decir lo que les molesta complica las cosas, por lo que la recomendación principal es tener calma frente al hecho.

Puede ocurrir que la negación a alimentarse sea a un tema de cambio en el aroma de la madre. Aunque el bebé rechace la lactancia, el lazo con su madre no se rompe, pues el niño va a ser alimentado con el mismo amor y respeto por ella.

Es importante que en el momento de dar de comer al pequeño, se busque un lugar tranquilo, en el que puedan interactuar con miradas, caricias y cantos. F