El cáncer de pulmón es uno de los tipos de cáncer más mortífero que existe. Su detección temprana, por lo general, es muy difícil porque no tiene síntomas muy especificos que permitan determinar que una persona tiene esta enfermedad, explicó Érika Serrano Bueno, oncóloga clínica.

Las personas que fuman tienen mayor riesgo de presentar cáncer de pulmón, aunque también puede ocurrir en quienes nunca han fumado, pero que están en contacto con elementos ambientales y sustancias químicas en su trabajo, como el asbesto. Estos productos por lo general están presentes en la fabricación de autos, de tejas, entre otros.

Además, quienes usan chimeneas y cocinas a leña también tienen un mayor riesgo de sufrir cáncer pulmonar, por el humo que se desprende de estos aparatos.
Para diagnosticar la enfermedad es necesario que se realicen algunos exámenes específicos.

Diagnóstico

El médico debe analizar los antecedentes familiares y sus hábitos. Luego se hace un examen físico.

Se deben realizar exámenes como radiografía de tórax o una tomografía.

Si se encuentran células anómalas se puede realizar una biopsia del pulmón, para tener certeza.

Tratamientos

Para la mayoría de pacientes, los tratamientos actuales no curan el cáncer. Estos dependerán del tipo de cáncer que se tenga y cuánto se ha propagado; los tratamientos para el cáncer de pulmón de células pequeñas incluyen cirugía, quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, terapia con láser, colocación de stent endoscópico, etc.

Ahora también se usa el diagnóstico molecular, para determinar si existen características genéticas que adviertan el riesgo de tener cáncer. Pero estos tratamientos aún son costosos.