Todos en algún momento hemos experimentado la sensación de ardor y enrojecimiento de las orejas que aparece de la nada. Algunas veces se presentan con mayor intensidad que otras.

Según las creencias populares, la explicación para que se dé este malestar es porque están hablando de la persona que experimenta el ardor. Si ocurre en la oreja izquierda, se dice, que le están criticando, y si sucede en la derecha, le están alabando. Frente a la sensación, hay quienes creen que colocar saliba sobre la oreja calmará rápidamente el ardor y enrojecimiento.

Mayte Sánchez, de 30 años, creció con estas explicaciones. A sus 23 años empezó a experimentar estas sensaciones con más frecuencia y para calmarla colocaba un poco de saliba o usaba una bolsa con hielo de cinco a 10 minutos. “Sentía que me quemaba y picaba”, cuenta Sánchez.

En una ocasión, después de consumir galletas de avena con canela, empezó a sentir picor y ardor en ambas orejas, se colocó hielo, pero el efecto del frío no disminuyó la sensación por lo que acudió al médico.

Tras exámenes, le diagnosticaron alergia a la canela. Su médico de cabecera le comentó que algunas personas desarrollan más síntomas como inflamación del rostro o erupciones en la piel y otras no, pero en su caso se presentó con la molestia en las orejas. Parte de su tratamiento es evitar por completo esta especia y consumir fármacos antihistamínicos al tener un episodio de alergia.

María Loreyda Rosas, otorrinolaringóloga, explica que el ardor de las orejas repentino se asocia a algunos problemas ambientales y otros que ponen en juego la salud. Con frecuencia esto se da de forma unilateral y en pocas ocasiones es bilateral.

Una revisión física ayuda a detectar inflamaciones e infecciones como la otitis y a optar por un adecuado tratamiento. Foto: Freepik

La sensación se conoce como el síndrome de la oreja roja y se asocia con las infecciones al oído, alergias a comida, productos u objetos, golpes, perforaciones, cambios climáticos, emociones y consumo de bebidas alcohólicas.

La experta indica que es común experimentar ardor y enrojecimiento al estar sometidos a un ambiente demasiado caluroso o frío. La reacción se da por el aumento del flujo sanguíneo y la dilatación de los vasos en esta zona.

Por ello algunas personas presentan también coloración rojiza en las mejillas y nariz. Se cree que experimentar el ardor de la oreja se relaciona con la presión alta, pero es un síntoma indirecto que no ocurre con frecuencia en pacientes hipertensos.

Lo mismo pasa cuando las personas expresan emociones o están pasando por cambios hormonales como la menstruación, menopausia o embarazo. Cuando las personas sienten emoción, vergüenza, enojo o se sienten atraídas por otra tienen una alteración en el sistema nervioso y, por ende, una mayor sensación en las orejas que provoca un enrojecimiento temporal con una duración de pocos minutos (1 a 15 min).

Con las bebidas alcohólicas, en cambio, el cuerpo reacciona a la sustancia acetaldehído que dilata rápidamente los vasos sanguíneos. Entre más licor se consuma, la sensación será más penetrante y molestosa.

Para mejorar y quitar el ardor, se debe reconocer la causa que lo ha provocado y tratarlos con el médico de cabecera. Cuando es climático se recomienda aplicar compresas frías o calientes en la zona de 2 a 3 min.

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