Con el paso del tiempo las necesidades nutricionales de las personas cambian. Para las mujeres mayores de 50 años es importante adoptar nuevos hábitos alimenticios para evitar problemas de salud.

La Clínica Mayo creó el Programa de Vida Sana liderado por el doctor Jason Ewoldt que ayuda a las mujeres a cambiar sus dietas para ajustarse a los cambios que experimentan. En su experiencia ha encontrado que tres nutrientes son clave durante esta etapa de sus vidas. El primero es el calcio. Cifras mundiales dan cuenta de que una de cada tres mujeres mayores de 50 está en riesgo de sufrir fracturas óseas causadas por osteoporosis. La gran publicidad que se ha dado a los suplementos de calcio ha causado que hoy en día la mayoría de mujeres estén conscientes del riesgo de sufrir esta enfermedad.

Según el programa, las mujeres de esta edad requieren 1200 mg de calcio por día. Este mineral, además de ser necesario para el cuidado de huesos y dientes, también se necesita para la coagulación de la sangre, para el envío y recepción de señales nerviosas, para la relajación y contracción muscular, secreción de hormonas y otros químicos y para el cuidado del ritmo cardíaco.

Una de las principales fuentes de calcio son los productos lácteos. La leche y sus derivados como el queso y el yogur contienen una forma de este mineral que se absorbe rápidamente por el organismo. Las hortalizas de hojas verdes como el brócoli, la col rizada, la mostaza, los nabos y el repollo chino también son ricos en este nutriente. El salmón, las sardinas, almendras, nueces, semillas de girasol, tahini y legumbres secas también son una buena fuente de calcio. A menudo, a partir de los 50 años los médicos también recomiendan consumir suplementos alimenticios debido a que el cuerpo deja de absorber fácilmente los nutrientes.