El proceso de adaptación a la nueva realidad está en marcha y, aunque la pandemia tomó a la mayoría de personas por sorpresa, generó cambios inmediatos en la cotidianidad, en la forma de relacionarse con las personas, en la manera de trabajar y de cuidarse a uno mismo.

Uno de los principales cambios fue en la forma de trabajar. El teletrabajo, que apenas se empezaba a explorar en algunos países, se convirtió en la forma principal para continuar las actividades. Trabajar desde casa también tiene un impacto en la salud mental de las personas, más aún en condiciones particulares como las de hoy en día. Un estudio realizado en Londres mostró que aunque muchas personas tenían sus jornadas reducidas, pasaban más tiempo conectados con sus trabajos, respondiendo correos, pendientes de llamadas y reuniones virtuales. Esto no les permitía desconectarse y descansar. En tan solo seis semanas habían incrementado sus niveles de estrés y de ansiedad.

Por esta razón los especialistas han insistido en la importancia de cuidar la salud mental de las personas en los espacios de trabajo. No solo porque así lograrán una mejor salud, sino que también se ha comprobado que tener trabajadores emocionalmente equilibrados también los vuelve más productivos.

En un artículo publicado en la revista Psychology Today, la psicóloga Mariana Plata explica que cuando las personas se sienten bien respecto a sus trabajos, sus tareas y el ambiente laboral que establecen los líderes suelen tener un mejor desempeño y, como consecuencia, tienen mejores resultados para las empresas. Por otro lado, genera un sentido de pertenencia y compromiso.

“Los niveles de estrés han aumentado desde el inicio de la pandemia. Si tenemos un jefe que es un líder, que se muestra vulnerable y que también le presta atención a la salud mental de las personas, entonces el estrés baja y ayuda a que los trabajadores realicen mejor sus tareas”, indica.

Los especialistas recomiendan tomar ciertas medidas para controlar los niveles de estrés. La primera es establecer rutinas en las que se incluya un horario apropiado de desconexión. El descanso es importante para que el cerebro pueda procesar mejor la información.

Además, se requiere mantener un nivel de actividad física moderado y una alimentación balanceada. Esto también debe ir acompañado de otras prácticas como establecer un espacio en casa para el teletrabajo, que no sea el dormitorio o la sala familiar.