La leche materna, el mejor aliado en la salud del bebé

Lo protege de enfermedades como gripes, bronquitis, neumonía, diarreas, entre otras enfermedades
La lactancia materna es fundamental en el desarrollo físico y emocional del bebé.

La lactancia materna es fundamental en el desarrollo físico y emocional del bebé.

31 de julio de 2020 08:30
Nancy Verdezoto

Una madre no solo da la vida a otro ser humano: es la que lo mantiene vivo los primeros meses a través de la lactancia. Esta es la mejor bienvenida para el bebé, ya que le proporciona los nutrientes necesarios para su desarrollo fuera del vientre materno.

Si cada niño empezara a lactar durante su primera hora de vida, 800 000 mil vidas infantiles se salvarían cada año según un estudio de la revista científica The Lancet. Tan importante es la lactancia en un recién nacido que se recomienda que consuma exclusivamente leche materna durante los primeros seis meses; a partir de allí, se pueden añadir otros alimentos de acuerdo al grado de digestión del niño. Flavia Bustreo, subdirectora de Salud de la Familia, de la Mujer y del Niño de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cerebro de un niño “experimenta algunos cambios notables en los primeros tres años de vida”. Es en esta etapa donde las conexiones neuronales se forman más rápidamente que en cualquier otra, las cuales incluyen las capacidades del habla y lenguaje.

Las consecuencias negativas de interrumpir la lactancia no son solamente inmediatas, sino que afectaría al posterior desempeño profesional de la persona. En varios informes de The Lancet, se encontró una relación directa entre la lactancia materna y el cociente intelectual. Esto repercute en el nivel de ingresos económicos, ya que, según los científicos, las personas que fueron amamantadas por más tiempo tienen ingresos más altos por hora -un 12% en países de ingresos altos y uno 16% en los de ingresos medios y bajos-.

Además del niño, hay otros beneficiarios de la lactancia natural. Según la OMS, cuando una madre amamanta a su hijo, su salud y bienestar mejoran, pues le ayuda a “espaciar los embarazos, disminuye el riesgo de cáncer ovárico y mamario”. Asimismo, el medioambiente no sufre por contaminación, ya que al ser un alimento natural, no se genera basura.

La leche materna es el “superalimento primigenio” y no hay nada que pueda sustituirla, según Bustreo. En los países pobres, cuenta la subdirectora, la lactancia evita la mitad de las diarreas y un tercio de las infecciones respiratorias. De hecho, tiene menos posibilidades de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante, en el que un niño menor a un año puede fallecer repentinamente sin ninguna razón aparente.

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