Los niños enferman más por virus respiratorios

Antes de la pandemia lo habitual era que los menores se enfermen de las vías respiratorias entre 8 y 10 veces en el año.
Si el niño presenta síntomas respiratorios, lo más recomendable es acudir al especialista. No debe recurrir a la automedicación. Foto: Freepik

Si el niño presenta síntomas respiratorios, lo más recomendable es acudir al especialista. No debe recurrir a la automedicación. Foto: Freepik

15 de mayo de 2023 08:00

Desde que Miguel empezó el año lectivo, en septiembre pasado, su madre, Karina, por lo menos ha contabilizado que su hijo se ha enfermado de las vías respiratorias cerca de 12 ocasiones.

Recuerda que, una de esas veces, la fiebre no le bajaba y tenía mucha tos y decidió llevarle al médico. Le dijo que se trataba de una faringitis. Antes de este período que se enfermó seguido, la madre señala que normalmente tenía entre tres y cuatro episodios de estos al año.

La frecuencia con la que se enfermaba su hijo de 10 años le llamó la atención. El especialista le sugirió que mejore la alimentación y realice actividad física para mejorar el sistema inmune.

El pediatra del Hospital Vozandes Daniel Espinel Ramos señala que casos como el de Miguel en la actualidad son cada vez más comunes, no solo en Ecuador, sino en el mundo. ¿La razón? La falta de exposición de los niños a patógenos debido a la pandemia provocada por el covid-19.

Por más de dos años, los menores pasaron en casa, sin contacto a virus y bacterias y eso provocó un aumento en la incidencia de infecciones respiratorias consecutivas.

Antes de este fenómeno, lo habitual, que también depende de la etapa en la que se encuentre (si es lactante, preescolar, escolar) era que se enfermen de las vías respiratorias entre ocho y diez veces en el año. De ellas, agrega Espinel, tres eran fuertes y, en la mayoría de ocasiones, ninguna requería de hospitalización.

En su consulta, en la actualidad, el pediatra atiende a niños que pasan enfermos al menos la mitad del mes. Comienzan con una virosis (enfermedades infecciosas comunes como el resfrío común o la gripe) y el resto de días llegan con dos o tres episodios más con síntomas similares.

Y no solo eso, con la pandemia del coronavirus ahora también es común las infecciones con varios virus a la vez, lo que complica el cuadro inicial.

“Lo que ha sucedido con los niños es que la falta de exposición a virus y bacterias, durante largo tiempo ha generado una falta de memoria inmunitaria”, dice Espinel.

Esto provoca que sean más susceptibles, es como que su sistema jamás conoció ese patógeno, y si se exponen por primera vez les afecta de una manera más problemática, causando reacciones inflamatorias más intensas y muchos incluso necesitan de hospitalización.

Al tratarse de una situación nueva, los especialistas todavía están vigilando el comportamiento. Sin embargo, estiman que al menos tomará un año de exposición a patógenos para retomar la misma inmunidad que tenían los niños antes de la emergencia sanitaria del covid-19.

Otros factores que incrementan la frecuencia

La pediatra Cristina Oviedo menciona otros factores que incrementan la frecuencia de estas enfermedades. Por ejemplo, si el niño es asmático, alérgico, con algún problema cardiológico o una enfermedad de base u oncológica.

También hay más predisposición a infecciones respiratorias si en la familia hay fumadores o si vive en lugares contaminados.

Ambos especialistas mencionan que no existe ningún fármaco, suplemento o similar que sirva de ‘chaleco antibalas’ para evitar que los niños se enfermen.

El camino es fortalecer la inmunidad que se logra, por un lado, adquiriendo la infección para que en el cuerpo queden defensas y, por otro, la vacunación disponible. Una buena alimentación también es clave. F

Recomendaciones

Las vacunas funcionan estimulando la respuesta del sistema inmunitario a un virus o una bacteria, lo que crea un ‘recuerdo’ en el cuerpo.

Por ello es importante tener las inmunizaciones al día. Si bien no existen para todos los virus, sí están disponibles para los que generan más complicaciones.

Hasta los 15 años, los menores deben tener su esquema completo que es de 18 vacunas para distintas patologías.

Una adecuada nutrición también contribuye a fortalecer el sistema inmune. Frutas y verduras no deben faltar.

La alimentación debe ser variada, en cantidades suficientes, equilibrada y saludable con un aporte de nutrientes, vitaminas y minerales adecuados.

Es necesario reducir el consumo de grasas saturadas, azúcares simples, sal y aumentar el consumo ácidos grasos monoinsaturados, proteínas de alta calidad.

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