Aunque los resfriados son comunes en todas las temporadas, la época invernal hace que sean más frecuentes. Por ello los especialistas médicos recomiendan reforzar el sistema inmunológico para prevenir y combatir estas y otras enfermedades. Una forma de hacerlo es a través de probióticos.

Los probióticos son microorganismos que habitan dentro del organismo y que viven en un estado de simbiosis (beneficio mutuo tanto para el hospedero). Estas bacterias cumplen funciones que permiten modular la respuesta del sistema inmune e inflamatoria del aparato respiratorio, explica el doctor Gregory Celis. "Reforzando la inmunidad del cuerpo y por lo tanto disminuyendo el riesgo a enfermedades virales”, agrega.

Generalmente su función está asociada al aparato digestivo y a su interacción con la mucosa intestinal. Pero en esta zona también se encuentra una gran cantidad de células inmunitarias, por lo que la microbiota actúa como un inmunomodulador que regula el sistema inmune. Así, las mucosas del tracto respiratorio también se benefician de esta acción.

Para lograrlo, los probióticos inducen la producción de proteínas mensajeras para que sean más efectivas al luchar contra virus o bacterias y, de esta forma, se regulan los procesos inflamatorios. Así se crea un mecanismo de comunicación con el sistema inmunológico alertándolo y estimulando su pronta respuesta ante agentes potencialmente patógenos.

Otra ventaja es que pueden ayudar a disminuir los malestares asociados con el resfriado, según el especialista de Bagó. Cuando los anticuerpos están más preparados para enfrentar cualquier agente patógeno, la respuesta del sistema inmune actuará para disminuir la sintomatología fuerte de los procesos virales.

Según el especialista, se recomienda ingerir probióticos por períodos programados, pero no es necesario consumirlo todos los días. Una sugerencia es consumirlos 10 días seguidos dentro de 1 mes, por un período de 3 meses y descansar 6 meses antes de volver a tomarlos.