La pandemia agravó el problema de salud mental que afecta a gran cantidad de la población en el mundo. El distanciamiento social, el aislamiento y el temor al contagio generó sentimientos de angustia, ansiedad y soledad, especialmente en grupos vulnerables. La cantidad de personas que sufren de trastornos de la salud mental dan cuenta de la gravedad del problema. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este tipo de enfermedades (como la depresión) afecta a más de 264 millones de personas en el mundo.

“La mente humana es un conjunto de procesos cognitivos que brindan la capacidad al individuo de percibir su entorno, tener plena conciencia de lo que sucede, no solo dentro de sí mismo sino en su medio ambiente, ayuda a memorizar eventos, imaginar y lo más maravilloso crear ideas; cualquier alteración en estos procesos puede suponer un trastorno mental", explica el doctor Gregory Celis, director médico de Bagó. "Es importante resaltar que este tipo de enfermedades se expresan con interferencia en el estado anímico, pensamiento y comportamiento de la persona”, agrega.

El especialista indica que las condiciones particulares que tuvo que vivir la población durante los últimos meses hacen que el cerebro de las personas permanezca en estado de alerta constantemente. Esto eleva el nivel de cortisol (la hormona del estrés) en el cuerpo. Hay algunos trastornos que se consideran más frecuentes. La depresión, la ansiedad, la hiperactividad y el déficit de atención son los más comunes y pueden afectar a personas de cualquier edad y en cualquier momento de su vida. Además, pueden darse simultáneamente en un mismo paciente.

El especialista indica que hay señales de alerta que sirven dentro del círculo cercano de una persona que puede sufrir estos trastornos. "Los síntomas pueden variar dependiendo de cada paciente, considerando factores importantes como sus circunstancias, entorno, predisposición genética, entre otros", agrega Celis. Una de las primeras señales es el aislamiento. Las personas suelen alejarse del mundo real, de sus círculos sociales y evitan la interacción con otras personas.

Otro síntoma es la agresividad. En estos casos los pacientes se vuelven violentos y su nivel de tolerancia es muy bajo y puede ser reactivo a cualquier comentario que reciba. Este síntoma va de la mano con los cambios repentinos de humor y apatía. Este último hace referencia al desinterés que pueden mostrar las personas que sufren algún trastorno de salud mental con respecto a la vida, al trabajo o a los estudios. Pueden descuidar su trabajo, sus responsabilidades e incluso su higiene corporal.

Cuando se detecta alguno de estos síntomas es fundamental acudir a un médico especializado. En algunos casos se necesitará un tratamiento que incluya terapia psicológica y medicamentos para controlar o regular el estado de ánimo. Contar con un círculo cercano es importante para que los pacientes puedan sentirse respaldados.